Muchas veces hemos estado frente a personas con tratamientos de cáncer y hemos querido decir alguna frase de aliento y apoyo, sin embargo, no sabemos escoger las palabras adecuadas. Una diseñadora estadounidense, que logró vencer esta grave enfermedad, decidió ayudar a todas esas personas que no saben qué decir.

Emily McDowell tenía 24 años cuando los médicos le diagnosticaron un linfoma de Hogkin en grado 3. Inmediatamente comenzó un proceso de quimioterapia para superar la enfermedad. Y a pesar de que logró mejorarse, los nueve meses en los que estuvo bajo tratamiento le hicieron reflexionar acerca de por qué tanta gente dejó de hablarle. Ahí fue que se dio cuenta de que por lo general, las personas no saben qué decir a alguien que está pasando por un periodo complejo de salud.

Emily McDowell

Emily McDowell

“Prometo que no me referiré a tu enfermedad como un viaje. A menos de que alguien te invite a un crucero”.

McDowell asegura que un día mientras recibía su tratamiento de quimioterapia en el hospital, una amiga le dejó una tarjeta en tono de broma pidiéndole que “dejara de llamar la atención en el lugar”.

El curioso saludo le causó tanta gracia, que decidió que una vez sanada le facilitaría la tarea a quienes deseaban expresar sus saludos y mensajes de apoyo a alguien con problemas graves de salud, creando una serie de tarjetas de saludos empapadas en sarcasmo y humor negro. Su negocio lo llamó Empathy Cards (Tarjetas empáticas).

Emily McDowell

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“¡Una quimio menos! Celebremos con cualquier cosa que no tenga un sabor horrible”

“¡Cuánta razón y cuántas tonterías escuchas durante el tiempo de tratamiento! Creo que lo del “viaje” debe ser un clásico internacional, todos te dicen algo parecido, que aprenderás mucho con esto, que la vida es simplemente un viaje… Y yo pensaba, pues entonces viaja tú si no te molesta, o aprende tú esta lección, que yo prefiero ser una ignorante. Entonces te das cuenta que debes callar, no puedes responder nada. Y es lógico, la gente quiere ayudar, pero lo que pasa es que no sabe qué decir”, asevera McDowell, quién aprovechó sus estudios en diseño para emprender su negocio.

Emily McDowell

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“Siento mucho que estés enferma. Prometo que nunca intentaré recomendarte algún tratamiento que haya visto en internet”

Las tarjetas de saludos las vende a través de su página web, y el precio bordea los 4,5 dólares (alrededor de 3.000 pesos). Sin dudas, una idea de regalo diferente a los que usualmente se obsequian.

Emily McDowell

Emily McDowell

“No hay una buena tarjeta para esto. Lo siento.”