El flujo de migrantes en Europa no se reducirá si no hay paz en Siria, para lo que es necesario la cooperación con Rusia, aseguró el sábado el ministro de Relaciones Exteriores húngaro Peter Szijjarto.

El ministro subrayó ante la Asamblea General de la ONU que para abordar con eficacia la crisis migratoria es necesario hacer frente a sus “profundas causas” y por tanto “intensificar los esfuerzos internacionales” contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) y “llegar a la paz en Siria” por medio de la negociación.

Estos dos objetivos implican una “estrecha colaboración entre la comunidad transatlántica y Rusia”, afirmó. Pero Rusia es fuertemente criticada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña por sus ataques aéreos en Siria y el apoyo al gobierno de Bashar al Asad.

“Es evidente que si no somos capaces de llegar a la paz en Siria, la presión migratoria sobre Europa no disminuirá”, dijo.

“Sin embargo no habrá ningún progreso, ninguna posibilidad de resolver la crisis en Siria sin un acuerdo y cooperación pragmática entre la comunidad transatlántica y Rusia”, explicó el ministro húngaro, cuyo gobierno adoptó una línea dura en materia de migración, y ha pedido una vez más “cuotas mundiales de reinstalación de los migrantes” con el fin de distribuir mejor la “carga” entre una Europa desbordada y el resto del mundo.

El primer ministro húngaro Viktor Orban destacó anteriormente que “si la presión (migratoria) no cae (…) Europa podría desestabilizarse”.

La crisis migratoria es “un reto global que requiere respuestas globales y la participación global”, agregó.

Por su parte, la Unión Europea “debe recuperar el control de las fronteras europeas”, incluyendo la creación de “una fuerza conjunta europea para proteger las fronteras exteriores” de la UE, dijo.

Entre las soluciones a esta crisis, Szijjarto citó también la lucha contra los traficantes, el fortalecimiento de las misiones de paz de la ONU y la ayuda financiera a los países vecinos de Siria (Jordania, Líbano, Turquía) que reciben la mayor parte de los cuatro millones de refugiados sirios.

Cerca de 300.000 migrantes transitaron por Hungría desde comienzos de 2015, especialmente provenientes de Croacia con dirección a Austria y Alemania.

Hungría está terminando la instalación de alambrada de púas a lo largo de su frontera con Croacia, para hacerla infranqueable para los migrantes “tan pronto como sea posible.”