Facultades de Educación de la zona manifestaron la necesidad de complementar la prueba Simce para medir la calidad de la enseñanza con otros indicadores. Coinciden además en que más allá de las malas prácticas, evaluarse es necesario.

El Sistema de Medición de la Calidad de la Educación, como prueba estandarizada, genera defensores y detractores, y una discusión que se viene dando hace años.

Consultamos con la Universidad San Sebastián y la Universidad Católica de la Santísima Concepción, donde advierten que no se trata de la herramienta óptima, si bien también se reconoce que se ha ido fortaleciendo con la inclusión de otras materias como inglés y educación física, y que se complementa con el análisis de la convivencia escolar y su incidencia en el rendimiento académico por ejemplo… pero falta mucho.

La directora del Departamento de Pedagogía de la Universidad San Sebastián, sede Concepción, Carmen Paz Soto, entregó los elementos que a su juicio, debieran sumarse a esta prueba.

En la misma línea, en la Católica penquista, el decano de Educación, Jaime Constenla, lamenta el desconocimiento sobre los expertos que están detrás de la prueba, además de incluir otros indicadores.

Coinciden en que es necesario evaluarse, como lo expresó el decano Constenla de la UCSC.

Misma línea de pensamiento de la representante de la Universidad San Sebastián, Carmen Paz Soto.

Esto más allá de las malas prácticas que se generan en los establecimientos educacionales y que deben tener medidas de control, como por ejemplo, evitar que den la prueba los estudiantes que pudieran hacer bajar el promedio o incluso sacrificar el proyecto educativo para trabajar ad hoc al Simce.