El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu impuso un espectacular silencio el jueves durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, al denunciar el reciente acuerdo nuclear de las potencias mundiales con Irán.

Netanyahu dijo que su gobierno “hará todo” para defenderse de amenazas externas y aseguró que su gobierno está dispuesto a reanudar “de inmediato” las negociaciones de paz con la Autoridad Palestina.

Poco después de su intervención en la ONU en Nueva York, palestinos mataron a balazos a dos israelíes cerca de la ciudad de Naplusa, en Cisjordania ocupada.

En un golpe de escena parecido al del dibujo sobre la bomba atómica iraní que presentó en 2012, Netanyahu sorprendió al pleno de Naciones Unidas con un silencio de 45 segundos para que el mundo “piense en lo que ha hecho” sobre las amenazas de Teherán de destruir al Estado hebreo.

“Setenta años después del asesinato de 6 millones de judíos, los dirigentes iraníes prometen destruir mi país, matar a mi pueblo, y la respuesta de esta asamblea, de casi todos los gobiernos presentes aquí, ha sido inexistente. Silencio total. Silencio ensordecedor”, lanzó.

Lo que siguió fue un hecho poco usual en la Asamblea General de la ONU, donde los líderes tienen aconsejado hablar durante no más de 15 minutos, con Netanyahu callado y con gesto adusto y un hemiciclo mudo.

“Éste es mi mensaje a los líderes de Irán: su plan para destruir a Israel fracasará. Y éste es mi mensaje a los países de la ONU: sean cuales sean las resoluciones que ustedes adapten en este recinto, Israel hará todo para defender su Estado y su pueblo”, retomó.

Según Israel, el programa nuclear iraní tiene como objetivo la fabricación de la bomba atómica, una visión compartida por Estados Unidos y sus socios occidentales.

Irán siempre ha dicho que su programa nuclear tiene exclusivos fines civiles y, según el acuerdo firmado en julio pasado, debe permitir la verificación de sus sitios a la AIEA antes de que se levanten las sanciones internacionales que pesan en su contra.

Respuesta a Abas

Netanyahu aprovechó además su intervención para responder al discurso de la víspera del presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas, y dijo que su gobierno está dispuesto a negociaciones de paz “de inmediato y sin condiciones previas”.

“Estoy preparado para reanudar de inmediato negociaciones de paz directas y sin ninguna condición previa”, afirmó, exigiendo a los palestinos que “no huyan”.

“¿Cómo puede hacer la paz Israel con un socio palestino que se niega incluso a sentase a la mesa de negociación?”, se preguntó, exigiendo a Abas que su gobierno “respete sus compromisos”.

El miércoles, Abas amenazó no respetar más los acuerdos con Israel si el Estado hebreo no hacía lo mismo, por ejemplo continuando con su política de colonización en Cisjordania.

“No podemos continuar estando atados por esos acuerdos e Israel debe asumir todas sus responsabilidades de potencia ocupante”, dijo Abas en una jornada en la que los palestinos izaron por primera vez su bandera en la sede de las Naciones Unidas.

Esta amenaza llevaría en la práctica a la disolución de hecho de la Autoridad Palestina, por lo que, según las Convenciones de Ginebra, Israel debería entonces asumir los asuntos civiles de la población de los territorios ocupados.

Netanhayu se refirió por último a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, lugar santo del Islam y también venerado por los judíos y escenario de recientes enfrentamientos.

En ese sentido, aseguró que Israel “se comprometió a respetar el statu quo” y los “lugares santos de todos”, al tiempo que exigió a Abas “denunciar las acciones de militantes islamistas que introducen explosivos en la mezquita de Al Aqsa”.

La Explanada de las Mezquitas está ubicada en la ciudad vieja en Jerusalén Este anexado y ocupado por Israel, por lo que está en el centro del conflicto israelo-palestino.