Con una pierna fracturada a mediados de julio pasado, era impensable que el neozelandés Waisake Naholo pudiese participar en el Mundial de Rugby. Sin embargo, el jugador recurrió a la medicina tradicional fiyiana a base de hierbas y debutará en el torneo el viernes contra Georgia.

¿Milagro de la naturaleza, brujería o don divino? Se puede llamar como se quiera, pero Naholo, máximo anotador de tries (con 13) en el pasado Super Rugby con los Highlanders, puede sonreír por su recuperación.

El jugador sería de la partida el viernes en el Millenium Stadium de Cardiff, menos de once semanas después de su fractura de la pierna y jugará sus primeros minutos en el Mundial contra Georgia, tal y como había anunciado el staff técnico de los All Blacks al inicio del torneo.

El equipo médico seguramente estará circunspecto ante la rapidez de la recuperación y por su origen natural, a base de ‘kawakawarau’, una hierba fiyiana calificada de mágica en este archipiélago del Pacífico del que Naholo es originario.

Justo después de la fractura del peroné sufrida en su primera selección contra Argentina, el pasado 18 de julio, en el debut del Cuatro Naciones, los médicos neozelandeses predijeron tres meses de ausencia, por lo que la participación del diamante de los Highlanders en la Copa del Mundo estaba descartada.

Pero el jugador, de 24 años, no se resignó y viajó a su isla natal para tratar de recuperarse con la medicina tradicional.

“Ni brujo, ni médico”

“El brujo que ha curado a Waisake Naholo no era otro que su tío”, precisó el seleccionador Steve Hansen. “Él no es ni brujo ni médico, todo lo que sé es que tiene la pierna curada”, añadió el DT.

“Yo no despreciaría la medicina alternativa, otras existen y son reconocidas como la medicina china. Yo creo. La prueba está ahí. Una parte del tratamiento consiste también en insuflar una moral positiva”, precisó el técnico.

El tratamiento consistió en aplicar en la herida la famosa hierba durante cuatro días.

“Poca gente conoce este método y puede parecer milagroso, pero en realidad, es porque mi familia y yo poseemos un don divino, que se transmite de generación en generación, para explotar las virtudes curativas” de esa hierba, explicó el tío del jugador a finales de agosto.

“Sobre todo me han hecho masajes y me han puesto hierbas. No hay mucho más. Creo que eso tuvo un efecto positivo”, aseguró el propio afectado.

Un efecto positivo e inmediato, puesto que una semana después de la lesión, el wing anunció que estaba curado y que aspiraba a ocupar una de las plazas en el equipo de los All Blacks.

Hansen, no obstante, solicitó un examen médico en profundidad para comprobar el estado de la cicatrización de la lesión antes de incluir a Naholo en la lista de los 31, en detrimento de jugadores experimentados como el full back Israel Dagg o los wings Cory Jane o Charles Piutau.

Una vez ya en Inglaterra, los All Blacks no se precipitaron con el regreso de su jugador, considerado una de las mayores promesas del rugby neozelandés, y le dieron tiempo para que reencontrara sensaciones, fijando el partido ante Georgia como el del posible regreso.

“Estamos impacientes de ver a Waisake de regreso a las canchas”, dijo Hansen este miércoles. “Ha trabajado duro en los entrenamientos estos últimos días, estoy seguro de que está tan impaciente como nosotros porque llegue el viernes”, concluyó.