Kris Jarvis, de 39 años, murió en febrero de 2014 en un accidente de tránsito luego de que un conductor ebrio lo chocara, en Berkshire, al sudeste de Inglaterra. El principal responsable del hecho, Alexander Walter, fue encontrado culpable y sentenciado a 10 años y tres meses de prisión.

Durante los meses posteriores al terrible accidente, Adam, el hijo de la víctima de apenas 11 años, comenzó a bajar su asistencia a clases a un 45%. Las autoridades británicas, quienes precisamente eran los empleadores del conductor fallecido, denunciaron a Tracey Fidler -la pareja de Jarvis durante 20 años- por permitir que su hijo faltara a clases en el colegio Battle Primary School, aún cuando la madre alegó como motivo la muerte de su prometido.

La mujer se presentó en la Corte el viernes 25 de septiembre recién pasado por este caso. Fue puesta en libertad bajo fianza hasta el 9 de octubre tras alegar inocencia, según señala el portal de noticias Geat Reading. Sin embargo, ahora podría enfrentar una sentencia por la custodia de su hijo.

Jarvis señaló al diario británico The Sunday Times que el pequeño quedó muy afectado por la muerte de su padre, y por lo mismo, decidió que pasara más tiempo en casa junto a ella.

Tras el revuelo que generó la situación, se inició una campaña web en apoyo a la mujer, la que acusa que se está cometiendo una injusticia con esta madre. La iniciativa ya reúne más 6 mil firmas en tres días.