Dos presuntos dirigentes de la organización separatista vasca ETA, Iratxe Sorzabal y David Pla, fueron imputados por jueces antiterroristas en París y encarcelados en la noche del sábado, informó una fuente judicial.

Presentados por el gobierno español como “los máximos dirigentes” de ETA en la actualidad, ambos fueron detenidos el martes en una casa rural de los Pirineos franceses.

Iratxe Sorzabal, de 43 años, y David Pla, de 40, fueron acusados de “dirección de una organización formada con vistas a la preparación de crímenes en relación con una empresa terrorista”, precisó la fuente a la AFP.

También fueron acusados de ocultación en banda organizada y financiación del terrorismo, tenencia de armas y municiones en banda organizada y posesión de documentación administrativa falsa, siempre según la misma fuente judicial.

Un magistrado especializado dictó posteriormente el ingreso de ambos en prisión provisional, como había pedido el ministerio público.

Iratxe Sorzabal, natural de Irún (Guipúzcoa), era “buscada desde hace al menos 10 años” por la justicia en España y Francia, mientras que David Pla estaba “en la clandestinidad desde 2011″, según una fuente policial francesa.

Portavoz entre 1997 y 1999 de Gestoras, un movimiento de apoyo a los presos vascos, Iratxe Sorzabal ya ha sido condenada en varias ocasiones a penas de prisión en Francia por su pertenencia a ETA. Miembro del comando “Ibarla” en los años 1990, es sospechosa de haber participado en varios atentados y asesinatos.

Sorzabal formaba junto a David Pla, natural de Pamplona (Navarra), el “comité ejecutivo” de la organización vasca. Según el diario El País, fueron ellos quienes anunciaron, el 20 de octubre de 2011, “el cese definitivo de la actividad armada” de la organización.

Para el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, quien anunció el arresto, estos responsables políticos de ETA eran los “dos terroristas más buscados del momento” por Madrid.

Según Díaz, “el aparato militar ya quedó extinguido”, pues con esta detención “culmina el descabezamiento absoluto” de la organización, a la que tildó de “cadáver al que le falta expedir el certificado de defunción”.

Menos de 30 miembros

Junto a los dos dirigentes de ETA fueron detenidos el martes otros dos hombres, Pantxo Flores, un francés de 45 años que alojaba a Sorzabal y Pla en la casa de Saint-Etienne-de-Baigorry, y Ramón Zagarzazu, un español de 49 años.

Flores y Zagarzazu fueron acusados de asociación de malhechores en relación con una empresa terrorista, señaló la fuente judicial.

Uno de ellos ingresó en detención provisional mientras que el otro, que también está encarcelado, pidió un plazo antes de comparecer ante el juez de las libertades y la detención.

Flores era un conocido de los servicios de la policía y había sido arrestado en 2007 en Saint-Jean-Pied-de-Port en el marco de la investigación del atentado perpetrado un año antes contra el restaurante que el chef francés Alain Ducasse tenía en Bidarray.

Ramón Zagarzazu, presentado como el exdirigente del “aparato internacional” de ETA, fue liberado en 2007 tras haber cumplido una pena de prisión de diez años en Francia.

En cuatro décadas de violencia, se le atribuyen a ETA un total de 839 asesinatos. Desde que el 20 de octubre de 2011 anunciara su renuncia definitiva a la violencia, la organización separatista, muy debilitada, no ha cometido más atentados.

Según fuentes policiales españolas y francesas, se calcula que la organización clandestina cuenta en la actualidad con menos de 30 miembros, mientras que el resto -unos 455- están detenidos en España y Francia. El único dirigente conocido que sigue en la clandestinidad es Josu Ternera, de 64 años.

La organización reclama desde 2011 una negociación sobre los presos a cambio de su disolución.