Thomas Windisch, un fotógrafo austriaco, ha estado dos años viajando por Italia, oportunidad en la que capturó con su cámara una decena de manicomios abandonados, los que están al olvido y podredumbre.

Estos sitios cuyas ubicaciones exactas no fueron reveladas, dejaron de funcionar tras una ley de 1978, que renovó las exigencias de estos asilos y hospitales a los que acudían personas con enfermedades mentales.

La escenas actuales sin embargo están lejos de ser acogedoras, puesto que las instalaciones exponen una misteriosa y tétrica imagen, con situaciones que exponen las brutalidades que pudieron haber allí ocurrido.

Salas con asientos desgastados, cuartos podridos, jeringas en el suelo, e incluso herramientas para dudosas actividades, es lo que consiguió retratar Windiwsch, de 32 años.

“Hacer una investigación de estos lugares te hace conocer un montón de cosas malas que allí pasaron”, afirmó el profesional al diario británico Daily Mail.

“Daba miedo estar solo allí y que de repente una puerta se cerraba por el viento”, recordó el artista, quien a pesar de ello reconoce le emocionaba imaginar las cosas que allí pudieron haber pasado.

Vegetación en el techo, telaraña, polvo, moho y suciedad, son las características de las instalaciones, que dejan una sensación de terror en quienes la miran.

A continuación te dejamos con una galería con las imágenes de Thomas Windisch.

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