La “crisis de refugiados” sin precedentes desde la II Guerra Mundial y el drama de los inmigrantes en el continente americano representan “grandes desafíos y decisiones difíciles”, dijo este jueves el papa Francisco ante el Congreso estadounidense.

En un histórico discurso, el primero de un papa ante el Congreso estadounidense, Francisco dijo que “nuestro mundo está afrontando una crisis de refugiados sin precedentes desde los tiempos de la II Guerra Mundial”, en referencia a la situación en diversos países europeos.

A esa situación, apuntó el pontífice, se suma en el continente americano “las miles de personas que se ven obligadas a viajar al Norte en búsqueda de una vida mejor para sí y para sus seres queridos, en un anhelo de vida con mayores oportunidades”.

Para el pontífice argentino, es necesario no dejarse “intimidar por los números”, y adoptar una respuesta que sea “justa y fraterna”, de forma de adoptar la norma de tratar “a los demás con la misma pasión y compasión con que queremos ser tratados”.

Se estima que 11 millones de inmigrantes viven en Estados Unidos en situación irregular, en su mayoría provenientes de países de América Latina.

El miércoles, durante un recorrido por Washington a bordo del papamóvil, el papa Francisco abrazó a una niña de cinco años, quien le entregó una carta relatándole la situación en que viven sus padres, bajo riesgo de ser deportados por falta de papeles en regla.

Sin embargo, las dos cámaras del Congreso estadounidense son controladas por el conservador partido Republicano, que se opone de forma frontal a una reforma del sistema migratorio para sacar de la ilegalidad a esos millones de inmigrantes.