Durante la jornada del miércoles fue dada a conocer parte de la segunda declaración de Sebastián Dávalos Bachelet ante la fiscalía, en la cual aseguraba haberse enterado por la prensa de los principales negocios de la empresa Caval, que era manejada por su esposa Natalia Compagnon y por su socio Mauricio Valero.

Se trata de una declaración que dio que hablar, pues además de repetir una de las frases más criticadas de su madre, la presidenta Michelle Bachelet, para algunos era muy poco lógico que Dávalos, siendo ex jefe de proyectos de Caval, no conociera en profundidad los negocios, y más aún cuando había proyectos tan grandes como el que detonó la polémica: la compra de terrenos en Machalí y posterior venta por más de 9 mil millones de pesos, con un cuantioso préstamo de Banco de Chile y una reunión con el mismo Andrónico Luksic de por medio.

Pese a lo anterior, Ciper recogió antecedentes de correos electrónicos recuperados y hoy en poder de la justicia, para elaborar una lista de proyectos en los que se vería la relación directa de Dávalos con los negocios de Caval, por lo que quedaría en claro que las declaraciones dadas a fiscalía se configurarían como una gran mentira.

Según la publicación, Dávalos aparece como protagonista en varios proyectos impulsados por Caval, e incluso habría hecho varios reportes a Mauricio Valero, quien según la última declaración entregada por el hijo de la mandataria a fiscalía, era el encargado de lo negocios que Dávalos supuestamente desconocía.

Son una serie de movimientos financieros e intentos de inversión realizados por Caval entre 2012 y 2014, periodo que también llama la atención porque se entrecruza en algunos meses con los dos periodos en que Sebastián Dávalos fue funcionario público, primero como miembro de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), y después como cabecilla de la Dirección Sociocultural de la Presidencia.

Los datos aportados por Ciper muestran que mientras trabajaba en la entidad relacionada con temas internacionales, realizó labores para Caval, y pese a que en primera instancia afirmó haber iniciado su trabajo en la sociedad de Compagnon y Valero tras renunciar a la Direcon, los datos recogidos por el fiscal Luis Toledo daban cuenta de que a principios de 2012, cuando aún era funcionario público, recibió dos pagos por su participación en la creación de una fundación de hipoterapia y un museo para Gonzalo Vial Concha, con dinero que llegó a su cuenta desde la empresa Caval.

En concreto la información recogida por el medio periodístico apunta a que Dávalos estuvo involucrado en el intento por impulsar un proyecto para la construcción de un puerto en las cercanías de Chañaral, en la ampliación de servicios de Caval gracias a sus redes de contactos, en una gestión para implementar luces led en municipios, en servicio de intermediarios entre Touchmedia y la Mutual de Seguridad de la Cámara de la Construcción e Indura, y en el proyecto de compras de Machalí, donde a diferencia de sus declaraciones a fiscalía, habría participado de más reuniones, además de la ya conocida instancia con Andrónico Lukic para obtener el millonario préstamo.

En total fueron más de 40 los servicios de diversa índole los que podía prestar la sociedad de Valero y Compagnon, y cuya estructura de negocios estaba relacionada con Sebastián Dávalos.

Es un caso que continúa, y que actualmente quedó bajo la tutela del fiscal Cristian Paredes, quien reemplaza temporalmente a Luis Toledo debido a su candidatura para encabezar el Ministerio Público.

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