En marzo de este año, el sacerdote Juan Barros, asumió como Obispo de Osorno en medio de la polémica por su designación, luego que se le vinculara como encubridor de Fernando Karadima en hechos de abuso sexual.

Lee también: Protesta contra obispo Juan Barros marca Te Deum de Osorno

En conversación con Podría ser Peor, Juan Carlos Claret, vocero de la Organización de Laicos y Laicas de Osorno, indicó que el tema Barros está en una situación de insostenibilidad y de división en la diócesis de la ciudad.

Claret explicó que la permanencia de Juan Barros en Osorno es inviable, ejemplificando la situación con el primer Te Deum del obispo en Osorno, donde asistieron 6 de 35 sacerdotes y sólo 58 laicos, un fuerte descenso en la congregación de fieles considerando que anteriormente 800 personas llenaban la catedral.

Esta baja se debería a la oposición marcada por la implicancia de Barros en el caso Karadima y porque no se le reconoce autoridad al ser un obispo que se escuda detrás de las Fuerzas Armadas.

“La oposición al obispo Barros no es sólo de los católicos, sino que también de la ciudadanía. Es toda la provincia de Osorno que está diciendo que por favor renuncie”, añadió.

Asimismo, comentó que Barros antes de estar en Osorno, era obispo castrense, brindándole la figura de general de Brigada.

“Esto significa que si Barros deja el obispado castrense, llega a ser la máxima autoridad militar en Osorno, generándose un conflicto Iglesia-Estado”, precisó Claret

Esta situación se ha palpado, según acusó el vocero de la Organización de Laicos y Laicas de Osorno, en los intentos del obispo para que la parada militar en vez de realizarse en el frontis de une edificio republicano como es la Gobernación, se haga frente a la catedral, generando otro conflicto. “La jerarquía de la iglesia hoy es un poder revestido de religión”, puntualizó.

Escucha la entrevista completa realizada por Julio César Rodríguez en Podría ser Peor: