Desde SQM catalogaron como una polémica ficticia impulsada por el Gobierno la evaluación de un posible conflicto de interés del empresario Rafael Guilisasti, quien dejó su cargo como consejero de Corfo para ingresar al directorio de las sociedades Cascadas de la empresa. Parlamentarios pidieron mayor claridad desde la instancia estatal y establecer medidas para evitar que funcionarios utilicen información privilegiada.

El paso del empresario Rafael Guilisasti desde la esfera pública a la privada ha levantado cuestionamientos respecto de una posible utilización de información privilegiada, y un eventual conflicto de interés.

Esto tras su salida anticipada de su puesto de consejero de Corfo para formar parte del directorio de las sociedades Cascada de la empresa SQM, en medio de un litigio en curso entre ambas instancias.

El ministro de Economía, Luis Céspedes, admitió que el Gobierno evalúa la posibilidad, y que los intereses de Chile están siendo representados por el Consejo de Defensa del Estado.

El director de SQM, Dieter Linneberg, dijo que a su entender no existe conflicto de interés, y acusó al Gobierno de empujar una polémica ficticia. Según Linnenberg, en este caso se han expuesto razones políticas y no técnicas sobre el asunto.

El diputado demócratacristiano e integrante de la comisión de Economía, Fuad Chahín, consideró que el conflicto de interés existe, pero enfatizó que hace falta mayor claridad por parte de la Corfo.

Según el parlamentario, la instancia debería transparentar cuál es la información que maneja Guilisasti y que podría ser utilizada en contra de los intereses del Estado.

Recordar que el litigio que mantiene Corfo y SQM tiene relación a las pertenencias mineras en el Salar de Atacama, respecto de un eventual incumplimiento por parte de SQM Salar al contrato que mantiene con la instancia estatal, proceso en el que Corfo le cerró la puerta a un acuerdo bajo arbitraje.