Corea del Sur advirtió el martes de que un lanzamiento de satélite por Corea del Norte sería considerado, igual que un ensayo de misil balístico, una provocación “grave” que violaría las resoluciones de la ONU.

“Todo lanzamiento de cohete por Corea del Norte es un acto grave de provocación”, declaró el portavoz del Ministerio surcoreano de Defensa, Kim Min-seok, después de que Pyongyang evocara el lunes la posibilidad de un próximo lanzamiento de satélite, quizás coincidiendo con el 70º aniversario de la creación del Partido de los Trabajadores de Corea, el 10 de octubre.

Todo lanzamiento de ese tipo conllevaría nuevas sanciones internacionales y haría peligrar una reunión, prevista con Corea del Sur, de familias separadas por la guerra de Corea (1950-1953).

El Norte insiste en que esos lanzamientos de cohetes están destinados a poner en órbita satélites de uso no militar, mientras que Estados Unidos y sus aliados los ven como unos tests disimulados de misiles balísticos.

“Se trata de una amenaza militar y de una clara violación de las resoluciones de la ONU que prohíben toda actividad que utilice la tecnología de los misiles balísticos”, declaró Kim a los periodistas.

Numerosos observadores estiman que Corea del Norte podría intentar un lanzamiento el 10 de octubre aunque Kim señaló que no se ha observador ninguna “actividad particular” a día de hoy de cara a un tiro inminente.

El ministro surcoreano respondía a la entrevista recogida el lunes por la agencia oficial KCNA al director de la agencia espacial norcoreana que declaró que Pyongyang ha llegado a la “fase final” del desarrollo de un nuevo satélite geoestacionario.

“El mundo verá volar muy claramente una serie de satélites (…) al cielo el día y el lugar determinados por el comité central” del Partido de los Trabajadores en el poder, dijo el responsable, citado por la agencia.