La sexualidad hoy se perfila como el ingrediente infaltable del cine, la música, la televisión e incluso de la moda. Y es que este placer se ha convertido a lo largo de los años en la cura perfecta para hombres y mujeres.

Razón por la que los adelantos en el área de la sexualidad no se pueden quedar atrás, y los expertos en robótica e inteligencia artificial prevén que para el año 2050 los robots sexuales estarán disponibles para invadir las camas de cientos de hombres y mujeres que deseen optar por esta alternativa lujuriosa, donde los orgasmos programables en “intensidad y duración” serán la clave para un momento de placer inigualable.

Motivos por los cuales (quien sabe) en un futuro muy cercano este tipo de “personas” lleguen a suplir la necesidad de una pareja. Sea como sea, ya se visualizan nuevos métodos para sentir placer en la cama.

Pero mientras llegue el 2050, muchos optan por jugar a las muñecas pero desde un enfoque mucho más adulto. Escenario en que aparecen los “Maniquíes sexuales”, que no se asemejan a los posibles adelantos en el área, pero que gracias a la tecnología actual se han ido perfeccionando aún más.

Si ya se pueden ver como seres “casi real” con pestañas y pelo natural que llegan a cumplir esas fantasías más escondidas de personas de todo el globo, las cuales de una u otra forma miran de cerca las posturas del Kamasutra.

Mujeres y hombres que no envejecen, cuya piel tiene un tacto muy similar a la humana y con órganos sexuales y cuerpos que pueden almacenar la temperatura, para que la falta de “calor humano” no sea un impedimento para probar, y hasta disfrutar, estos sofisticados juguetes es lo que ofrece el mercado a nivel internacional. Productos de lujo que oscilan entre los 5.000 euros (los modelos más sencillos) hasta 25.000.

Abyss Creations

Abyss Creations

Debido a la libertad de mente actual, ya no es extraño optar por una de estas especies presentes en el mercado, las cuales hacen un par de años atrás eran mal vistas por una sociedad un tanto conservadora que miraba como “pervertidos” a quienes optaban por uno de esos “juguetes eróticos”.

Algo que afirma Matt Krivicke, uno de los grandes creadores de muñecas sexuales a nivel mundial, a la revista española S Moda: “la gente no pone muchas objeciones a este tipo de “juguetes” porque se le ha amputado el cuerpo entero. No hay cara, ni brazos, ni piernas, ni seis paquetes de abdominales, ni barriga cervecera. Es solo un pene y eso es lo último en lo que pondríamos excusas”.

Sea como sea, hoy el negocio de este tipo de “muñecas hiperrealistas” está en pleno apogeo, por lo que existen comunidades y foros en Internet, como thedollforum.com o ourdollcommunity.com, donde algunos consumidores de este tipo de productos sexuales cuelgan fotos e intercambian sus experiencias en torno a estas muñecas.

Si bien se piensa que son juguetes, hay que tener en cuenta que las muñecas siguen requiriendo cuidados. Hay que peinarlas, vestirlas, cambiarlas de posición y elegir los complementos que mejor vayan con su personalidad. Formas para mantener viva la chispa del sexo es lo que indica el experto.

Según cuenta Krivicke en la entrevista, Sinthetics que es la empresa que produce estas muñecas, fabrica maniquíes solo bajo petición y al gusto del consumidor, de forma que cada juguete tiene su propio aspecto y personalidad; algo inédito que hace que las muñecas no se reproduzcan en grandes cantidades y adquieran el carácter de exclusivas.

Asimismo, el profesional del negocio sostiene que el cliente puede elegir la altura, complexión, color de pelo, piel, tamaño de los senos, de la vagina, del pene (en el caso de los de sexo masculino) y hasta el color de los ojos. La variables son infinitas y los requerimientos a diario van en aumento.

Abyss Creations

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Para quienes aún no han podido superar una relación pasada, incluso se puede encargar también una muñeca/o parecido al ex, pero para crear este maniquíe la empresa exige el consentimiento de la persona a la que se va a imitar.

Mientras otros prefieren algo más excéntrico y desean una muñeca similar a un famoso o celebridad. Plano en que la compañía trata de encontrar un punto medio entre satisfacer al cliente y crear un clon parecido a una estrella del mundo del espectáculo, cambiando pequeños rasgos, pues no se está permitido crear una representación 100% similar.

Al preguntarle ¿cuál es el perfil del hombre o mujer que se decide a comprar una muñeca sexual y desembolsar tal suma de dinero? Según reconoce Krivicke, “la gran mayoría de nuestros compradores son personas fascinadas por el cuerpo humano que no presentan ninguna patología psicológica.

No solo son razones sexuales las que llevan a alguien a adquirir estos productos y satisfacer sus fantasías. Algunos también buscan “una muñeca que les ayude emocionalmente tras una ruptura sentimental, puesto que durante el duelo no están en condiciones de embarcarse en una nueva relación de pareja.

Del mismo modo, las muñecas pueden hacer también el papel de sustitutos sexuales cuando uno de los miembros de la pareja no puede disfrutar del sexo, generalmente por razones de salud, y no se quiere recurrir a posibles infidelidades.

Tal es el auge por adquirir estos juguetes que hoy se cuenta con un saludable mercado, y esto hace que las mentes empiecen a funcionar y a diseñar prototipos cada vez más realistas. Matt McMullen es uno de esos cerebros, trabaja para Abyss Creations, una compañía con base en San Diego, y es el padre de RealDoll.

Si incluso la edición estadounidense de Vanity Fair le ha dedicado un extenso reportaje dedicado al proceso de creación de una de sus ‘obras’. Su nuevo proyecto se llama Realbotix y consiste en tratar de animar y dar vida a las muñecas, conseguir que hablen, contesten a preguntas y hagan gestos faciales.

Para ello cuenta con un equipo que incluye ingenieros que han trabajado en Hanson Robotics. McMullen lo tiene claro: sus productos son perfectos para aquellas personas que “han decidido conscientemente que no les apetece tener una relación” de pareja, pero sí sexo a menudo.

Abyss Creations

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