El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile se refirió al comunicado emitido por el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela que rechaza el emitido por la Secretaría de Estado el pasado sábado respecto de la situación de Leopoldo López.

Recordemos que, a través de un comunicado, la Cancillería aseguró que “Chile interesado en el desarrollo democrático de todo país hermano, ha expresado anteriormente su disposición a colaborar en la reducción del clima de polarización que se observa en Venezuela y, conjuntamente con otros países, ha efectuado llamados condenando la violencia y propiciando un diálogo político amplio y constructivo entre los diversos actores políticos y sociales”.

“Hemos seguido con atención la situación que afecta al Sr. Leopoldo López y cuatro dirigentes estudiantiles y, ahora, la resolución condenatoria impuesta en primera instancia contra ellos por los Tribunales de Justicia”, agregó en el documento y manifestó que Chile reconoce y respeta “las facultades que tienen los Tribunales de Justicia de un Estado soberano”.

Estas declaraciones no fueron bien recibidas por las autoridades venezolanas, quienes por medio de un comunicado indicaron su rechazo al comunicado y señalaron que “resulta necesario recordarle a la Cancillería chilena que la no intervención en los asuntos internos de otro Estado es un principio fundamental consagrado en el Derecho Internacional Público. En ese sentido, cualquier pronunciamiento que vulnere su esencia en nada contribuye a la construcción y perfeccionamiento de relaciones bilaterales de respeto mutuo”.

Al respecto, este lunes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile -a través de un nuevo comunicado- reafirmó que “bajo ningún concepto puede considerarse como una intervención en los asuntos internos una expresión respetuosa sobre los derechos humanos y garantías fundamentales en otro país. Universalmente se reconoce y valora como una conquista de la humanidad la protección de las libertades básicas como un deber de todos y cada uno de los miembros de la Comunidad Internacional”.

Señaló además que desde que en Chile se derrotara a la dictadura se han recibido pronunciamientos tanto de gobiernos extranjeros como de órganos de tratados acerca de la situación de los derechos humanos en el país y “jamás los ha considerado una injerencia en asuntos internos”.

Agrega que los planteamientos constructivos de fuentes externas relativos a desafíos en el ejercicio de los derechos políticos, económicos y sociales “son bienvenidos, puesto que nos han servido para que en un clima de tolerancia, de respeto cívico y de diálogo, Chile pueda encontrar caminos de convergencia y solución, en consonancia con los estándares y prácticas del derecho internacional”.

Finalmente afirma que las históricas relaciones de amistad y cooperación entre Chile y Venezuela “debieran conducir a ambos países a preservar un marco de sujeción a las normas internacionales y respeto mutuo”.