Al menos 26 personas, entre ellas dos niños, murieron este lunes en dos atentados suicidas con coche bomba en la ciudad de Hasakeh, en el noreste de Siria.

Según la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), en las dos explosiones murieron 13 civiles, seis miembros de la seguridad kurda y siete combatientes de una milicia favorable al régimen.

La televisión oficial siria anunció también los atentados y dio un balance de 20 muertos.

La primera explosión tuvo lugar en un puesto de control kurdo en el distrito Khashman de Hasakeh, una ciudad dividida entre fuerzas kurdas y fuerzas del régimen. En el ataque murieron los seis kurdos junto a diez civiles, según el OSDH.

La segunda explosión se produjo en el distrito de Mahata y aparentemente estaba dirigida contra el cuartel local de las Fuerzas de Defensa Nacional, una milicia favorable al régimen. Siete miembros de esas fuerzas murieron así como tres civiles.

El OSDH explicó que hubo cerca de 80 heridos, algunos de ellos de gravedad.

La ciudad de Hasakeh ha sido el objetivo recurrente de los yihadistas del grupo Estado Islámico, que controla algunos territorios de la provincia del mismo nombre.

En junio, el EI tomó varios barrios pero fue expulsado un mes después.

Desde que en 2011 empezó el conflicto en Siria han muerto más de 240.000 personas.