Tiendas de retail como los supermercados, suelen utilizar ciertos trucos que estimulan el consumo de productos que muchas veces no necesitamos. A través de simples hábitos, es posible hacer frente a esas “tentaciones”. Ángeles Tapia, directora de Ingeniería Comercial de la U. San Sebastián explica en qué consisten.

Para muchos constituye una historia común el hecho de ir al supermercado en busca de una cantidad de cosas específicas, y terminar llevando un carro con muchos productos que no estaban contemplados. Sin saber cómo ni por qué, compramos un número no menor de cosas que simplemente no necesitamos.

Y es que “los retail apuestan a la compra no programada, es decir, a las personas que necesitan pasar a comprar algo, pero que en el camino pueden entusiasmarse con algún otro producto”, explica Ángeles Tapia, directora de Ingeniería Comercial de la U. San Sebastián.

La académica señala que esa es la razón que explica que productos de compra regular, como son el pan, los fiambres, carnes o pescado, por ejemplo, se encuentran al final del supermercado; se trata de cosas que no requieren mayor evaluación para la compra.

“El cliente que no tiene claro qué necesita para la semana y cuál es el presupuesto con el que cuenta para ese ítem, cae fácilmente y se entusiasma con algún producto que no tenía intención de comprar”, dice.

Las estrategias de marketing que usan las empresas, principalmente tienen que ver con el uso de los espacios: distribución en los pasillos y distribución de productos en góndola, lo que se suma a diversas acciones que buscan estimular la compra, por ejemplo “Compras cruzadas, promocionar dos o más productos que se complementan (tallarines con salsa de tomates; bebidas con papas fritas) a través de packs o promociones por volumen de compra; por otro lado se diseñan ofertones de último minuto, instalación de promotores, etc.”, comenta la académica.

Estas estrategias surgen para determinar qué productos requieren mayor salida, para analizar variables como el stock; y al mismo tiempo identificar aquellos elementos que hacen de la experiencia en la tienda, un evento agradable o desagradable para los clientes.

La buena noticia es que hay ciertos hábitos que los consumidores pueden adquirir para hacer frente a las tentaciones del marketing, no obstante requieren estar informado y por sobre todo tener conciencia frente a la compra. A juicio de la directora de Ingeniería Comercial de la USS lo principal es:

- Establecer un presupuesto semanal o mensual para las compras habituales como la del supermercado.
- Tratar de anticipar eventos familiares o sociales que puedan incrementar los gastos habituales.
- Actualizar ese presupuesto luego de ir de compras. Mantener un rastreo de la evolución de los precios.
- Planificar el consumo de alimentos y otros productos, haciendo un menú básico, organizando la limpieza, renovaciones, etc.
- Aunque parezca muy sencillo, ir de compras con una lista en mano puede marcar la diferencia a la hora de adquirir solo lo que necesitamos.