A 42 años del golpe de Estado en Valdivia aún suenan los nombres de Aniceto Rodríguez, Carlos Lorca, Sandor Arancibia, entre muchas víctimas que se registraron en la actual región de Los Ríos. Perdón, justicia y respeto, son las palabras que más se escuchan en una nueva conmemoración del 11 de septiembre.

A las 09:35 de la mañana, en la misma fecha pero en 1973, comenzó el movimiento en la Intendencia de Valdivia la que por ese entonces era encabezada por Sandor Arancibia. A esa hora hizo ingreso un piquete militar que agredió y amenazó de muerte a quienes se le opusieran. Ese es el recuerdo de uno de los colaboradores del Partido Comunista en aquella época, Israel Huito.

El hombre que ahora integra la DC, se encontraba acompañando a la autoridad a la espera de lo que sería la toma militar de la ciudad tras el golpe de Estado en La moneda, que en ese momento ya se informaba en todo el país.

Huito asegura que no es difícil recordar ese episodio, sin embargo, cuesta comprender el comportamiento de la clase política actual tras todo lo vivido, afirmando que ellos están en deuda con el país.

Pedro Mendoza fue uno de los jóvenes detenidos en el gimnasio Cendyr, acusado por la directora del liceo Técnico y detenido en medio de la búsqueda de Urdalicio Figueroa, quien era el jefe de gabinete de Sandor Arancibi y que también fue arrestado.

Mendoza aseguró que tal vez puede perdonar, pero cree que en el caso de los familiares de ejecutados y víctimas de torturas, es difícil que lo hagan.

“Una noche Oscura”, así califica al recordar lo vivido Alejandro Keller, uno de los detenidos más jóvenes. A sus 17 años fue llevado por militares hasta la comisaría, para posteriormente ser el protagonista de torturas y testigo de los martirios que le fueron inferidos a su padre en la ex cárcel de Valdivia.

Keller dice que no sabe si algún día podrá perdonar, pero llama a observar el pasado con altura de miras y trabajar para que esta historia nunca más se repita en el país.

“Para que nunca más”, este es el lema que replican los familiares amigos víctimas y simpatizantes de quienes vivieron el 11 de septiembre de 1973, los que en la región de Los Ríos continúan esperando justicia para muchos de los torturados y desparecidos, procesos que están en manos de la justicia aguardando sanciones para los protagonistas.

Pese a que ya han pasado 42 años del golpe, al parecer aún no hay mayor perdón ni menos olvido.