El martes una mujer de 55 años fue brutalmente atacada con un atornillador por su ex pareja en el sector de El Romero, en La Serena.

Producto de los celos, el hombre con el que había convivido durante 20 años intentó asesinarla y posteriormente suicidarse. No lo logró, sin embargo, ambos se encuentran internados en observación en el Hospital San Juan de Dios de la capital regional.

De acuerdo a información entregada por el Sernam este hecho constituye el octavo femicidio frustrado que se registra en la Región de Coquimbo en lo que va del año. Una cifra preocupante, tomando en cuenta que durante todo el 2014 se produjeron siete.

Las campañas se han intensificado y la variación debería ser descendente. Así lo reconoce la directora regional del Servicio Nacional de la mujer, Marcela Carreño. “Aunque exista sólo un femicidio, o femicidio frustrado es algo que a nosotros nos preocupa, y evidentemente que nos preocupa aún más si hay un aumento, porque el trabajo que nosotros realizamos es para es que los niveles de violencia vayan bajando”, sostuvo Carreño.

Sin embargo, la directora del Sernam asegura que pueden haber otras lecturas para esta cifra, las que no serían del todo negativas y que tendrían que ver con que hoy en día el problema se está visibilizando más.

“También creo que el aumento puede deberse a que la gente está denunciando con mayor frecuencia y que situaciones que antes se ocultaban ahora están siendo visibilizadas, porque muchas veces agresiones como las que le ocurrió a la mujer el día martes, no se conocían. Esa es otra posibilidad, porque nosotros hemos sido majaderos en que cada vez que existan hechos de violencia, estos sean denunciados”, agregó.

Prevención

Pero más allá de los números, Marcela Carreño cree que cuando suceden hechos como el acontecido en El Romero, se crea la instancia para discutir el tema y reiterar el llamado a la prevención de todo tipo de violencia contra la mujer.

En esa línea, asegura que como Gobierno se estaría trabajando. “Este año existe un programa en la región en donde hay recursos destinados para formar agentes comunitarios que prevengan estas cosas, que estén alerta para detectar cualquier tipo de maltrato al interior de una familia, o de un hogar”, precisó.

Además, reiteró el llamado a las mujeres a estar atentas a cualquier tipo de señal de violencia y no tolerar ninguna, ya que podrían ser una advertencia de peligros futuros.

“La prevención en edad temprana a las niñas es fundamental, es importante que sepan que muchas conductas que esta sociedad machista tiene normalizadas no son aceptables, y no tienen por qué ser tolerables porque en el fondo son actos de violencia (…) El control hacia la otra persona, que es algo que se da mucho en las relaciones de pareja, no es positivo y redunda en conductas agresivas. No se puede aceptar el control, que te revisen tus cuentas de redes sociales, que no te dejen juntarte con tus amigos, o con tus familiares, esas conductas son indicio de que algo no anda bien y por eso las mujeres no pueden permitirlas”, aseguró Carreño.

Denunciar

Fue la Brigada de Homicidios de la PDI, la que tomó el caso de la mujer agredida en El Romero. De los ocho femicidios frustrados que tiene registrado el Sernam, ellos han intervenido en cuatro, un número de casos que también es mayor al que tuvieron que concurrir el año pasado, donde sólo fueron a dos. Sin embargo, llaman a la calma, y aseguran que este incremento es circunstancial.

“No hay que alertarse. Aquí lo que podemos hacer nosotros como policía, y que es nuestro deber, es hacer el llamado a hacer las denuncias correspondientes a Carabineros o a nosotros, lo antes posible cuando existan violencia, porque si no se frena a tiempo puede terminar en lo que vimos ayer, que el sujeto ya había agredido antes a la mujer y terminó queriéndola asesinar”, manifestó Robinson Alarcón, Jefe (S)de la Brigada de Homicidios.

Celos, el factor común

Fue lo que gatilló el ataque a la mujer en El Romero y ha sido el gatillante en la gran mayoría de las agresiones a mujeres víctimas de violencia. Los celos son el factor común en este tipo de delitos.

Así lo explica la psicóloga de la Universidad Católica del Norte, Marisol Urrutia, quien aclara que sólo existe peligro cuando las personas tienen otras patologías psicológicas.

“No cualquier persona que tenga celos va a llegar a cometer un delito, pero sí quienes lo cometen generalmente son personas celosas, que no tienen un control emocional, pueden llegar a cometer actos terribles cuando experimentan la sensación de pérdida del objeto amado”, explica Urrutia.

La profesional, también hace el llamado principalmente a las jóvenes a “no tolerar”, ya que una vez que se deja pasar un acto violento, puede dar cabida a que sigan sucediendo.

“Los celos no son amor, eso a veces se tiende a confundir. No hay que dejar pasar actos en donde se perciba ni violencia psicológica, ni mucho menos física, porque eso puede ser el pie para algo más grave”, concluyó.