Este martes se cumple un año del bombazo en el SubCentro emplazado en el Metro Escuela Militar. La Fiscalía Sur alista la acusación y trabaja para conseguir una condena por delito terrorista en contra de los tres imputados que se encuentran en prisión preventiva. Las defensas insisten en la debilidad de la prueba del persecutor y aseguran que los antecedentes que maneja el Ministerio Público no han aumentado.

El que es sindicado como el primer bombazo ocurrió al interior de un vagón de la Línea 1 del Metro de Santiago en la estación Los Dominicos. El hecho, ocurrido el 14 de julio de 2014 generó daños en las ventanas y asientos del carro.

El segundo bombazo afectó las inmediaciones de la Primera Comisaría de Santiago, de madrugada. En el lugar se detectó la primera huella clave -de ADN- respecto a la presencia de tres personas en el sitio del suceso -Juan Flores, Nathaly Casanova y Enrique Guzmán Amadeo- la madrugada del 11 de agosto de 2014.

Nadie pudo prever ni imaginar lo que pasaría con el tercer atentado.

Hoy se cumple un año desde que una bomba, de carácter terrorista, explotó de forma inédita a las 14:05 horas en el Subcentro a un costado de metro Escuela Militar en horario de colación, dejando una veintena de heridos.

El primero en confirmar que no era una explosión accidental, sino un bombazo, fue el móvil policial de Radio Bío Bío, Rodrigo Pino.

Las autoridades se comprometieron a la captura de los autores del atentado, tal como lo advirtieron en ese entonces el ministro y el subsecretario del Interior, Rodrigo Peñailillo y Mahmud Aleuy.

El trabajo del equipo persecutor de la Fiscalía Sur permitió la detención de Flores, Casanova y Guillermo Durán, el 18 de septiembre de 2014.

Actualmente están en prisión preventiva Flores, Casanova y Guzmán Amadeo, acusados como los principales responsables de los bombazos en Santiago, con distintos grados de participación.

El desafío para el Ministerio Público y específicamente para el fiscal exclusivo de la causa, Claudio Orellana, es la de generar y reunir la prueba suficiente que permita en estrado, en el juicio oral, probar más allá de toda duda razonable que los imputados son responsables de delito terrorista.

Sólo Flores arriesgaría una condena de más de 50 años. Su abogado Rodrigo Torres, rechaza las imputaciones y la construcción acusatoria del equipo del fiscal sur.

Como debilidades se habla de la dificultad de probar el delito terrorista, como pide el Código Penal, es decir, la intención de querer generar miedo en la población.

Así lo aseguró el jurista que representa a Guzmán Amadeo, Rodrigo Román.

Una de las debilidades, agregó Román, son los cambios en las imputaciones como la desformalización de Guillermo Durán, que da cuenta de la falta de seriedad en la imputación,

La Fiscalía Sur, al contrario, dice que la desformalización da cuenta del trabajo objetivo, prolijidad y análisis cuidadoso del material recopilado del persecutor.