Las selfies se han tomado la vida de las personas, y el que no se tome una de estas imágenes muchas veces para el resto de la sociedad es catalogado como una persona “fome” que no está a la moda.

Si es que desayunar, viajar, pasear, tomar el sol en la playa, salir por un rico trago, terminar una carrera universitaria y casarse son todas instancias para dejarlo registrado en una selfie. Algo que a muchos molesta, pero que ya se ha convertido en todo un fenómeno social que al parecer se masifica a diario.

Razón por la que de forma constante están saliendo nuevas propuestas de fotografías que llegan a captar el interés de los adictos a este tipo de imágenes, y que en un abrir y cerrar de ojos se viralizan por la web.

Escenario en que un nuevo tipo de retrato ha llegado para quedarse, se trata de la happy divorce selfie, la cual hace tan solo una semana se ha comenzado a viralizar por la red y partió por una pareja de australianos que, tras pasar por el juzgado y firmar su divorcio, decidieron hacerse una foto y subirla a las redes sociales mostrando que tal separación no les afectaba en lo absoluto.

Tal imagen que representa un nuevo modelo de fotografía, va acompañada con la siguiente explicación : “aquí estamos Chris Neuman y yo. Ayer nos divorciamos, pero estamos sonrientes. ¿Sonreímos porque la pareja que elegimos para toda la vida ha pasado a ser la pareja que ya no necesitamos para siempre? No, por supuesto, sonreímos porque hemos hecho algo extraordinario. Hemos acabado nuestro matrimonio de forma respetuosa, racional y honorable. De una manera que nos permitirá seguir siendo compañeros y padres de nuestros hijos, la razón perfecta para que ellos jamás tengan la necesidad de elegir a uno o a otro.

#divorceselfie we still make a great team. Glad to be friends.

Una foto publicada por rach100981 (@rach100981) el

Asimismo, añaden en el comentario que sus hijos nunca tendrán que elegir hacia que parte del auditorio tendrán que correr después de su concierto de Navidad o su obra de teatro de primavera, porque nosotros nos sentaremos juntos. No tendrán problemas con su boda porque nosotros iremos y estaremos en el mismo lado, su lado.

En un solo un par de horas la foto se viralizó por todo el globo, haciendo que cientos de parejas en situaciones parecidas copiaran la idea, para lo cual era necesario cumplir con tres requisitos básicos: sonreír frente a la cámara; mostrar el documento que acredite que están divorciados legalmente y lo más importante, elegir una frase destacable que entregue una especie de enseñanza (en torno al divorcio) para quienes miren la imagen.

Lo más probable que esta última sea lo que impide que un gran número de personas se atrevan por este tipo de selfie, ello ya que no todo el mundo es tan ingenioso para dar con la lección adecuada, o porque no siempre se tiene al lado un manual para copiar y pegar ciertas frases características.

Otra pareja indica en su fotografía que “estamos oficialmente separados. Ha sido la más amistosa, respetuosa y amorosa separación imaginable. Sonreímos, no porque se haya acabado, sino porque sucedió”. Son palabras de algunas de las parejas divorciadas que se han atrevido a patentar su momento.

Pero como todo en torno a este tipo de fotografía es alegría y buena onda, la pregunta más normal que todos se hacen es ¿si se llevan tan bien como dicen, por qué se separan? Aunque también se puede pensar que, en el fondo están sonriendo a la cámara cuando lo que realmente les gustaría hacer es llorar, correr en dirección contraria o desahogarse por lo sucedido.

Frente a este tipo de dudas, la psicóloga Marisol Delgado, especialista en psicoterapia por la European Federation of Psychologists Associations sostiene en una entrevista a la revista femenina S Moda que: “no dudo que no haya divorcios amigables, pero toda separación o pérdida implica siempre algo de dolor, y ello es porque se pierde a una persona querida con la cual compartimos momentos importantes”.

Asimismo, la experta añade que “es muy difícil que ambos miembros de la pareja dejen de querer al otro al mismo tiempo, siempre habrá alguien que lo pase mal porque pensará que fracasó. Además, el divorcio es una señal que se pierde no solo a la pareja, sino que el lugar donde se ha vivido por años, las amistades que han tenido en conjunto, en algunas ocasiones la custodia de los hijos, entre otras cosas; por eso me cuesta demasiado creer que toda esa felicidad es algo real”.

Del mismo modo, la especialista enfatiza “lo que ocurre en estas parejas es que están utilizando la estrategia de la huida-evitación, que consiste en auto engañarse y creer que no pasa nada cuando en realidad se vive un duelo”.

Ver la botella medio llena es siempre algo a desear, pero la exaltación de la falsa felicidad que a diario se promueve por las redes sociales y que hace que la mayoría de la población viva una vida inventada, mientras la otra media se siente deprimida porque no experimenta la felicidad que todos los demás exhiben en el mundo digital; es algo ya casi normal, pues hay que dejar claro que el mundo digital es prácticamente una mentira inventada por una sociedad que desea mostrarse feliz cuando en el fondo no es así.

Si bien la experta afirma que todos los mecanismos actuales para pasar las penas o las rupturas son válidos, hay que preguntarse. ¿Serán tendencia dentro de poco los happy selfies sobre despidos laborales, malas noticias médicas, desastres capilares o granos que salen en el peor momento posible de nuestras vidas?.

Preguntas para analizar antes de sucumbir ante esta moda pasajera en torno a las selfies que hoy está dando que hablar.

"Can we take a divorce selfie?" "Duh. In front of the eagle?"

Una foto publicada por Emuhly Rowz (@emilyrose920) el