El Tercer Tribunal Ambiental autorizó la paralización de la planta de tratamiento de residuos hospitalarios e industriales de Gorbea.

La medida tiene una extensión de 22 días corridos y busca evitar los riesgos que se configuran a partir de las emisiones de gases y líquidos generados por la planta de tratamiento de residuos y cuya composición, volumen y extensión serían inciertos.

Alex Ceballos, dirigente del sector Quesquechán, dijo que la decisión del Tribunal no los sorprende, ya que se basa en las irregularidades que ellos mismos han denunciado.

Recordemos que la municipalidad de Gorbea inició una investigación sumaria al interior de la dirección de obras por no fiscalizar la construcción de la planta, cuyo resultado se podría conocer la próxima semana, tal como lo confirmó el alcalde Juan Meza.

La empresa Ingemedical, propietaria de la planta, ha sido denunciada por el Municipio de Gorbea indicando que el proyecto además de operar fuera de los límites de la institucionalidad ambiental, está emplazado en zonas indígenas, las que no han sido informadas de la operación ni tampoco incluidas en procesos de participación ciudadana estipulados por ley.

Además se informa que a 1 kilómetro de la planta de tratamiento de residuos se encuentra la escuela municipal G-736, además de una comunidad indígena, huertos de fruta orgánica, viviendas y una planta de recepción de frutas.

Por otra parte, organizaciones de productores de Gorbea y Loncoche han denunciado que en la zona de influencia del proyecto (radio de 8 km.) se encuentran aproximadamente 267 agricultores, además de comunidades indígenas dedicados a la exportación de frutas, muchos de ellos sujetos a exigentes estándares de calidad en sus procesos y productos para asegurar su exportación y comercialización en el extranjero.