El presidente estadounidense Barack Obama alcanzó este miércoles el suficiente apoyo en el Congreso para mantener el acuerdo nuclear alcanzado con Irán, tras el anuncio de una senadora de que apoyará el trato.

La mayoría de los legisladores rechaza el acuerdo alcanzado el pasado 14 de julio entre Teherán y el grupo 5+1 (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania), que estipula la naturaleza exclusivamente civil del programa nuclear iraní a cambio de un levantamiento progresivo y reversible de las sanciones impuestas desde 2006.

Muchos republicanos, que ostentan mayoría en el Congreso, advierten que Irán se burlará del acuerdo y seguirá buscando el arma atómica.

Si el Congreso, que abordará el acuerdo a fines de setiembre, aprueba una resolución para rechazarlo, Obama interpondrá un veto y, tras el anuncio de apoyo de la senadora demócrata Barbara Mikulski, tendrá los votos suficientes para mantenerlo.

Para levantar el veto, se requieren dos tercios de los votos tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes.

Con el voto de Mikulski, Obama alcanza los 34 votos necesarios en el Senado para mantenerlo.

Mikulski dijo el miércoles que aunque el acuerdo con Irán no es perfecto, es “la mejor opción disponible para evitar que Irán obtenga una bomba nuclear”.

Agregó que pese a que votará, “el Congreso también deberá reafirmar su compromiso con la seguridad de Israel”.

Mientras los republicanos están unidos en su rechazo al acuerdo, los demócratas aparecen divididos.

En efecto, senadores demócratas como Chuck Schumer y Robert Menendez, se oponen al pacto, así como un puñado de representantes demócratas en la Cámara baja.

El secretario de Estado, John Kerry, viajó este miércoles a la ciudad de Filadelfia para defender el acuerdo.

Kerry dijo que en 2013, cuando Obama y su homólogo iraní Hasan Rohani lanzaron el proceso de negociaciones, Irán ya “estaba en el umbral de ser un estado nuclear”.

“En la administración de Obama éramos muy conscientes sobre este hecho preocupante y, lo más importante, es que estábamos respondiendo a eso”, dijo, y argumentó que sobre Irán ya pesaban sanciones económicas.

“Pero también tuvimos que hacer frente a un hecho obvio: las sanciones solas no hacen el trabajo, ni de cerca”, comentó en alusión al intento de frenar a Irán en la supuesta construcción de una bomba atómica.