El mundo de la edición de imágenes cada día suma más y más programas tecnológicos para modificar la forma, color y errores presentes en las fotografías. Plano en que los programadores de Adobe tienen varios productos que gozan de gran popularidad entre los usuarios.

Uno de ellos, y el más importante es Photoshop, el cual ha logrado que a la fecha actual su software profesional de edición de fotografías se use como una especie de concepto que todos mal utilizan. Verbo que todos están hablando y que usan para diferentes tipos de retoques de imágenes a través de la web en los cuales ni siquiera está presente el programa.

Razón por la que hoy es muy común hablar de imágenes o videos modificados y más normal aún escuchar que tal edición está “photoshopeada”. Sin embargo, en SlashGear confirman que Adobe no está contento con esa situación y quiere detener este gran mal de la población que año tras año va en aumento, afirmando que: “las marcas no son verbos, ni sustantivos”.

Con relación a ello, Adobe prefiere que se digan frases como: “esto fue modificado usando software de Adobe”, pero están cansados de escuchar y leer en los diferentes medios que cuando la imagen ha sido editada diga: “fue photoshopeada”. Ello debido a que muchas veces tal retoque no necesariamente pasó por este programa de edición.

Es interesante que esta verbalización de Photoshop aplicado para los idiomas de inglés, español y varios idiomas más se deje de utilizar como una mera verbalización. Frente a esto, el mayor objetivo de Adobe es que la gente deje de usar el término Photoshop de forma incorrecta y lo use solo en caso que la imagen haya sido intervenida con el programa de edición de imágenes.

Asimismo, a la hora de escribir la marca se muestran un tanto enfurecidos por su abreviación como PS, sino que solicitan que se escriba el nombre completo es que Photoshop. Algo un tanto difícil para la mayoría de las personas que ya tienen en su inconsciente el concepto, el cual a diario lo usan de forma incorrecta para referirse a ediciones de imágenes en las que muchas veces ni siquiera han sido intervenidas por el programa de edición.