En marzo del 2016 se abrirá la licitación para la construcción de un tranvía que unirá a las comunas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnecha. Este proyecto eliminará las pistas para autos del eje de avenida Las Condes-Apoquindo, lo que preocupa a urbanistas y arquitectos.

Al respecto, el arquitecto Gastón Cañas explicó al diario La Segunda que “la disminución de pistas sin duda que va a constituir en un problema, ya que al usuario de automóvil le cuesta ver restringida su oferta vial para beneficiar el transporte público”.

Sin embargo, Cañas aseguró que este proyecto es “una apuesta frente a la congestión y las externalidades que conlleva deberán ser comprendidas”.

Iván Poduje, urbanista y arquitecto, concuerda que el tranvía “tendrá un impacto vial, pero eso ocurre siempre que se priorizan vías para transporte público y Santiago está llenos de estos casos. Lo relevante es que un tranvía puede captar usuarios de autos”.

El ingeniero y director de Metro de Santiago, Juan Carlos Muñoz, indicó al diario que para evitar la congestión vehicular “se debería considerar que buses y tranvía compartan el espacio vial, pues muchos usuarios esperarán al primero que pase entre ambos modos [...] Y así aprovechar de mucho mejor forma el espacio para el transporte público”.

Sobre el aumento en la circulación de peatones, Juan Carlos Muñoz, señaló a La Segunda que una solución podría ser que “el tranvía se sumerja para que el transbordo con el del Metro sea a un mismo nivel. Asimismo se podría considerar que calles como Rosario Norte pasen a ser totalmente peatonales para favorecer los enormes flujos que hoy ya circulan por el sector y que se deberían ver incrementados”.