La Bolsa de Nueva York cerró el martes en baja una sesión en la que imperó la prudencia de los inversores tras el sacudón mundial del lunes por el debilitamiento de la economía China.

El índice Dow Jones Industrial Average, que a 20 minutos del cierre estaba en alza, acabó perdiendo 1,29% a 15.666,4 puntos; un día después de su peor sesión en cuatro años, según los datos definitivos. El Nasdaq cedió 0,44%, a 4.506,49 puntos.

El índice extendido S&P 500 bajó 1,35%, a 1.867,62 puntos.

El mercado de obligaciones también cedió. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años subió a 2,089% contra 2,017% del lunes y el de los papeles a 30 años cerró 2,816% contra 2,734% de la sesión previa.

Los índices de Wall Street entraron en rojo al fin de la sesión y no siguieron el fuerte rebote que tuvieron las bolsas europeas después de que Pekín anunciara nuevas medidas de apoyo a su debilitada economía.

“Los nervios están de punta después de lo que pasó ayer (lunes)” dijo Bill Lynch, de la firma Hinsdale Associates.

A modo de explicación apuntó que “aún es posible que la Reserva Federal aumente en septiembre sus tasas (de interés)” las cuales son casi nulas desde finales de 2008 para sacar a Estados Unidos de la recesión.

“No creo que (subir los intereses) sea una buena señal dada la volatilidad que hay en el mundo”, añadió.

“El mercado se tomará su tiempo para recuperarse de los desastres que padeció y no estoy seguro de que haya tocado fondo”, dijo Lynch.

Añadió que habrá más volatilidad en los días próximos y estimó que la estabilización en un nivel más elevado llegará en “dos o tres meses”.

Para Jack Ablin, de la firma BMO, muchos inversores no se sorprendieron con las correcciones registradas en el mercado la semana pasada, las primeras en cuatro años, y optaron por la prudencia en busca del precio conveniente.

“El nivel de las valorizaciones aún nos inquieta”, dijo. Indicó que incluso después de las caídas de las últimas sesiones “el mercado sigue sobrevaluado en un 10 o 15%, sin contar con que “el crecimiento económico parece haber decepcionado a los economistas; incluidos los de la Reserva Federal”.

“No creo (sin embargo) que haya mucho riesgo de caer tan abajo” matizó y remarcó que “globalmente la economía (de Estados Unidos) marcha bien”

Las estadísticas estadounidenses conocidas este martes no fueron demasiado estimulantes. Las ventas de casas nuevas crecieron en julio menos de lo previsto y los valores inmobiliarios bajaron un poco en junio.

En contraste, el ánimo de consumo subió 10 puntos en agosto, según el índice divulgado el martes por la Conferencie Board.

Algunos economistas, empero, advierten de que ese optimismo podría durar poco a causa de la tormenta bursátil.