Una propuesta con 10 medidas para controlar los altos niveles de violencia presentó la familia de Pablo Ramírez, cajero del Servipag quemado vivo en Hualpén. Aumento de penas, prisión preventiva automática para reincidentes, presidio perpetuo para quien mate a un carabinero son algunas de las iniciativas presentadas.

Sigrid Ramírez, es hermana de Pablo, el cajero quemado vivo en un Servipag de Hualpén el pasado 29 de julio y junto a su familia redactaron un petitorio con 10 medidas – a su juicio – imprescindibles para detener lo que denominó “una ola de violencia que se ha escapado de las manos”.

Hizo llegar la propuesta a los diputados gremialistas de la Región del Bío Bío, de manera que lleguen al Congreso y sean discutidas.

Consideró “lamentable” que sea la propia ciudadanía la que tenga que exigir estas medidas a los parlamentarios, e hizo un llamado a informarse.

Agregó que los altos niveles de violencia son un tema que nos afecta a todos, y pidió especialmente al oficialismo voluntad política para concretar estas propuestas, ya que aseguró que nadie del sector gobernante se ha acercado a ella ni a su familia.

Las medidas exigidas por la familia Ramírez consisten en el control preventivo de identidad y mayores facultades para las policías, además de una reforma a la ley penal juvenil.

El diputado Jorge Ulloa explicó que hay un par de propuestas de la familia que ya están en el Congreso, pero que no han evolucionado con éxito.

Culminan esta lista de peticiones el agravar la pena a los delincuentes que cometan delito por medio de incendio, y presidio perpetuo a quien asesine a un carabinero, gendarme o policía civil en servicio.

Ulloa se comprometió a presentar esta lista de peticiones a la bancada de diputados de la UDI e hizo un llamado a todos los sectores para poder llevar adelante, lo más rápido posible, estas modificaciones.