Es de público conocimiento que la salud en Chile no es de las mejores, sin embargo esto no nos queda claro hasta sufrirlo en carne propia, como le tocó experimentar a una madre y su hija adolescente, cuando -literalmente- tuvieron que pasar la noche en el Hospital de Concepción en espera de ser atendidas.

María Medina concurrió desde Chiguayante junto a su hija Marion de 19 años al centro asistencial, luego de que esta presentara una tos cada vez más grave, e incluso se le inflamara una vena alrededor del ojo.

Según relató a BioBioChile, llegaron la noche del viernes al servicio de urgencia, siendo llamada a las 23 horas para un diagnóstico previo y controlar sus signos vitales. Luego las dejaron en sala de espera.

“Había muchísima gente. Varios se aburrían y se iban, porque comenzaban a llamar por número y las personas ya no estaban”, contó María.

Las horas pasaron e increíblemente, recién a las 8:15 de la mañana, Marion fue atendida por un especialista. Se le diagnosticó una afección bronquial y se le entregaron los medicamentos correspondientes.

“Dentro de la sala no hacía frío y el personal que nos atendió fue amable, pero no puede ser que uno tenga que esperar allí toda la noche para ser atendido. Puede que el Hospital lo hayan dejado grande y bonito, ¿pero de qué sirve si atropellan la dignidad de uno como persona?”, se lamentó María.

Nos preguntamos lo mismo.

Actualización: En respuesta a la denuncia de María Medina, el médico familiar Jorge López explicó que su caso pudo ser atendido con mucha mayor rapidez de haber optado por un centro de salud primaria de urgencias (SAPU). También explicó cómo identificar a qué servicio dirigirse en esta carta.

María Medina | BioBioChile

María Medina | BioBioChile

María Medina | BioBioChile

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