La fiscalía general de México asumirá la investigación de un tiroteo que dejó 42 pistoleros y un policía muertos en mayo pasado, un saldo desigual del enfrentamiento que generó dudas a expertos de seguridad y que fueron rechazadas por el gobierno, informó el viernes esa institución.

Las pruebas periciales especializadas en medicina forense, criminalística, balística, química, incendios y explosivos, entre otras, que conforman el expediente de los hechos ocurridos en el estado de Michoacán (oeste), forman parte de la continuación de la investigación que efectuará la fiscalía.

La fiscalía de Michoacán, uno de los estados más violentos por confrontaciones entre narcotraficantes y de éstos con fuerzas de seguridad, ha “concluido las diligencias periciales especializadas, por lo que se ha determinado remitir el expediente” ante la fiscalía general, se indicó a través de un comunicado.

El enfrentamiento ocurrió el pasado 22 de mayo en el rancho El Sol de Tanhuato.

El gobierno sostiene que en el tiroteo sólo se rindieron tres pistoleros que se encontraban escondidos en la casa principal del predio, mientras que los 42 presuntos delincuentes muertos decidieron enfrentar a la policía, que iba acompañada de un helicóptero Blackhawk que sólo efectuó disparos para contener a los delincuentes.

Dos de los detenidos confesaron ser integrantes del cártel Jalisco Nueva Generación, que se ha convertido en uno de los principales desafíos para el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Ese cártel ha matado a más de una veintena de policías y militares desde marzo, y el 1 de mayo derribó un helicóptero militar.

Familiares de los pistoleros muertos dijeron que muchos eran campesinos del vecino estado de Jalisco, y que algunos de los cadáveres mostraban huellas de haber sido golpeados.

Expertos en seguridad señalaron días después de la balacera que el saldo de muertos recordaba a otro enfrentamiento registrado hace un año en la comunidad de Tlatlaya (centro). En esa ocasión 22 presuntos delincuentes murieron y sólo un militar resultó herido.

Tres soldados fueron acusados de ejecutar a ocho de los 22 presuntos delincuentes después de rendirse, mientras que la oficina del Ombudsman sostiene que fueron al menos 12.