Pieza fundamental del equipo, la pivot Ziomara Morrison no tuvo un torneo Preolímpico de básquetbol femenino que pueda recordar con agrado. El cuarto lugar que la selección chilena ocupó en el Grupo A del torneo no solo las dejó fuera de ronda de semifinales, sino que también lejos de la opción de un cupo en el repechaje para los Juegos Olímpicos Rio 2016.

Pero también en lo individual no tendrá un buen recuerdo del campeonato disputado en Edmonton, Canadá, ya que tras un debut en alto nivel ante República Dominicana, la centro sufrió una lesión en la espalda que la sacó rápidamente del juego con las locales y le impidió volver a ingresar a la cancha en los restantes juegos. Una ausencia que, de paso, afectó evidentemente al quinteto nacional, que sin su líder y miembro esencial en la estructura de juego prácticamente sentenció su suerte.

Eso si, la lesión no fue el único problema para la jugadora de 26 años, tal como se puede desprender de la serie de acusaciones que realizó contra la Federación de Básquetbol de Chile (Febachi) en conversación con La Tercera. Dificultades que comenzaron en la gira previa a Brasil y que se profundizaron en su llegada a Canadá.

“No teníamos ropa para todas igual y la de competencia era de hombre o, no sé, pero era enorme, como carpas. Volvimos a reclamar, pero desde Chile (el presidente de la Federación, Marcelo) Casas me responde dos líneas: ‘lo lamento, me preocupa’. Nada más” comentó, lo que fue explicado por el propio Casas al indicar que “Ziomara envió emails desde Brasil y Canadá, por temas internos, y ambos fueron respondidos como toda petición. No todo se soluciona de inmediato ni es contestado afirmativamente”.

La situación se profundizó en el recinto donde se hospedaron previo al inicio del Preolímpico, donde “No eran buenas condiciones y tuvimos problemas con la comida: un día jugamos un amistoso contra Argentina y el almuerzo fue un sandwich de queso y ensalada. Y antes del partido, Manuel Herrera (jefe de la delegación) nos negó una colación. Nunca en mi vida había jugado un partido con hambre”, tras lo cual ‘Zio’ renunció a la capitanía del equipo.

“Cuando estábamos en ese College me empezaron los dolores de espalda. La cama no soportaba mi peso y tiré el colchón al suelo para dormir. Como andábamos sin doctor, no tuve seguimiento médico” explica la jugadora del Besiktas turco, haciendo referencia precisamente a su lesión en la espalda, que le dejó fuera de los partidos.

El anteriormente mencionado Herrera asegura que el college -conseguido con un amigo suyo- donde se hospedaron antes de ir al hotel oficial del torneo tenía “todas las garantías para residir y alimentarse bien y un recinto para practicar. Las camas eran adecuadas: yo soy grande y dormía bien ahí”.

El DT de la selección, Ricardo González, se sumó a las críticas de su jugadora y le señaló al medio que espera que “la federación se preocupe del abandono en el que hemos estado. Nos dejaron tirados, sin pagar el último día del hotel, solos en Edmonton y con una menor de edad”.

Este escenario lleva a Morrison a poner en duda su participación en nuevas convocatorias. “La próxima vez quiero asegurarme de las condiciones. No quiero volver a pasar hambre, tener que tirar un colchón al suelo, que me mientan en la cara… En su momento enviaré una carta, pero así, no sigo”, concluyó.