Ocho años han pasado desde la implementación del Transantiago y, pese a que el servicio ha tenido mejoras, está lejos aún de ser de buena calidad. Por ejemplo, aún persisten los problemas de frecuencia, visibles cuando buses de un mismo recorrido pasan juntos en un corto lapso de tiempo por un paradero, para luego demorar varios minutos en que vuelva a pasar otro grupo de máquinas.

Según cuenta El Mercurio en su edición impresa, se trata de la principal falta que cometen las empresas del transporte capitalino, tal como se desprende un informe de multas y descuentos entregado por el Ministerio de Transportes.

El documento revela que desde febrero de 2007 a julio de este año, las compañías suman 698 multas cursadas y ejecutoriadas, las que suman US$3,2 millones. Del total, 245 corresponden a incumplimiento de frecuencias, para después dar paso a faltas en contratos de concesión (180), buses que no paran (64), fallas técnicas y mecánicas (44), deficiencia en la información (35) y buses detenidos por imperfectos (18).

Además, el Estado ha dejado de pagar US$297,3 millones en descuentos a las empresas, por incumplir las condiciones de servicio establecidas en los contratos.

El director del transporte público metropolitano, Guillermo Muñoz, declaró al matutino que el aumento de multas refleja que se ha reforzado la fiscalización a las compañías que participan del sistema. Además, contó que se prepararán modificaciones para los próximos contratos del 2018, ya que el actual sistema de multas no está siendo efectivo a la hora de cambiar las conductas de las empresas.

En tanto, Víctor Barrueto, director ejecutivo de la Asociación de Concesionarios de Transporte Urbano de Superficie (Actus), culpó a la congestión, la falta de infraestructura, la ausencia de un sistema automático de gestión de flotas y a la necesidad de más buses como las dificultades para cumplir con el servicio pedido.