En medio del nombramiento del ex ministro de la Corte Suprema, Alejandro Solís, como jefe de la Unidad de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, su posicionamiento en el cargo generó reacciones escépticas en diferentes actores de la escena nacional de Derechos Humanos.

Carmen Gloria Quintana, quien fuera quemada por funcionarios del ejército en dictadura, calificó como positivo el nombramiento. Para que Solís cumpla una gestión exitosa, dijo, necesariamente debe haber una apertura de las Fuerzas Armadas en relación a entregar de una vez por todas la información que todavía manejan.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de detenidos desaparecidos, Lorena Pizarro, se sumó a las dudas manifestadas por Quintana.

Otro que se sumó a las reacciones sobre el mombramiento del ex ministro Solís fue el abogado experto en Derechos Humanos, Héctor Salazar, quien ratificó las limitaciones que podría enfrentar Solís.

El líder del PRO, Marco Enríquez Ominami, anunció una serie de planteamientos en materia de DD.HH. Sobre el nombramiento de Solís calificó la medida como “correcta”. Consideró además que la “nueva derecha” se debiera sumar.

El ex ministro Alejandro Solís posee una basta trayectoria en materia de Derechos Humanos, y fue el responsable de condenas emblemáticos de crímenes de lesa humanidad, entre ellos los casos de Villa Grimaldi y el asesinato del ex comandante en jefe del Ejército, general Carlos Prats.