Decenas de miles de soldados surcoreanos y estadounidenses iniciaron este lunes unas maniobras militares anuales que simulan un ataque de gran envergadura a Corea del Norte y que Pyongyang califica de “declaración de guerra”.

Los ejercicios militares anuales “Ulchi Freedom”, que durarán hasta el 28 de agosto, cuentan con la participación de 50.000 soldados surcoreanos y 30.000 estadounidenses, quienes realizarán principalmente una simulación por ordenador.

Washington y Seúl insisten en que estas maniobras son de naturaleza defensiva, aunque Pyongyang las considera como un ensayo de un ataque a su territorio con armas nucleares.

Las autoridades norcoreanas, que habían amenazado con una “fuerte” respuesta militar si se llevaban a cabo las maniobras, consideran estas como un “simulacro de una guerra nuclear sorpresa” contra el Norte y una “declaración de guerra”.

La Comisión norcoreana para la Reunificación Pacífica de Corea (CRPC) había alertado de un eventual choque militar accidental durante los ejercicios, que podría desencadenar un conflicto “total”.

La actual edición de “Ulchi Freedom” llega en un momento de recrudecimiento de la tensión entre Seúl y Pyongyang, a raíz de un ataque con minas antipersona a una patrulla surcoreana en la frontera entre ambos países a principios de mes.

Corea del Sur responsabiliza a su vecino del norte de este ataque, acusaciones que Pyongyang calificó de “absurdas”.

Tras el ataque con minas, que mutiló a dos soldados surcoreanos, Seúl reinició una campaña de propaganda a través de altavoces situados en varios puntos de la militarizada frontera con Corea del Norte.

Pyongyang consideró el sábado como “una grave provocación militar” la difusión de propaganda a través de los altoparlantes y pidió su detención inmediata.