El uso de la leña en Chile se remite a la época precolombina debido a la gran superficie boscosa que posee el país. Desde entonces ha sido la principal fuente de energía en la zona centro-sur del territorio nacional. El crecimiento demográfico y el alto costo de los combustibles fósiles han contribuido a un aumento en la demanda de este producto, generando una mayor presión de uso sobre el bosque. A esto se suma el desconocimiento sobre los requerimientos que conlleva el consumo de leña, a raíz del alto contenido de humedad que provoca emisiones contaminantes durante su combustión.

CONAF tiene como misión fomentar el manejo sustentable de los bosques y velar por el cumplimiento de la legislación forestal, por lo que -como respuesta- surge el programa de fiscalización de leña, teniendo como objetivo central contribuir a la protección de los ecosistemas forestales a través del control sobre el uso sustentable de la leña, estableciendo un número de actividades de fiscalización específicas para la cadena de producción y comercialización de este producto y promoviendo la coordinación entre CONAF y otros organismos del Estado.

Para el cumplimiento de este programa fueron propuestas 553 actividades de fiscalización a nivel nacional, distribuidas por región en diferentes tipos de acciones, como controles de cumplimiento, patrullajes, controles carreteros, inspecciones prediales y controles a centros de acopio, entre otras labores.

Para tal efecto, las regiones plantearon un aumento en la proporción de actividades de fiscalización de origen en bosque nativo, es decir, aquellas actividades específicas para formaciones de bosque que representan el 51,9% (223) del total de actividades propuestas. Esto implica que las regiones realicen un mayor número de controles de cumplimiento a planes de manejo, de inspecciones prediales y de patrullajes terrestres en bosque nativo, con el propósito de contribuir a la detección oportuna de cortas no autorizadas para obtención de leña. Las iniciativas indicadas se traducen en una medida de gran impacto en el control del origen legal de la leña proveniente de bosque nativo.

Como complemento a lo señalado anteriormente y con la finalidad de potenciar una mayor coordinación gubernamental, han sido implementadas mesas regionales de fiscalización lideradas por CONAF, a través de las cuales se aborda la problemática de la leña como prioridad, estableciéndose como requerimiento principal para la instalación de éstas que se encuentren constituidas por distintos actores vinculados a los procesos de producción, comercialización y consumo de leña (SII, Carabineros, etc.). Ello, para conformar equipos multidisciplinarios e interinstitucionales que faciliten la coordinación de operativos de fiscalización conjunta. A esto se suma la aplicación de distintos mecanismos de articulación con la sociedad civil en las regiones con existencia de demanda de leña, haciendo participe a la ciudadanía en la definición de prioridades en el ámbito de la fiscalización forestal.