Infructuosas fueron las negociaciones para que salgan los 80 mineros que permanecen desde hace dos días a 300 metros de profundidad en la mina Santa Ana de Curanilahue, en la región del Bío Bío, quienes reclaman por el pago de su sueldo de julio. El dueño no apareció en la conciliación decretada por la Dirección del Trabajo.

Una drástica decisión tomaron 80 de los 174 trabajadores de la mina Santa Ana, de la comuna de Curanilahue, quienes bajaron 600 metros hasta el fondo del pique para exigir el pago de su sueldo de julio y de un año de imposiciones.

Luis Chandía, presidente del sindicato, participó en una serie de reuniones con el Gobierno y la Dirección del Trabajo, pero faltó un actor clave: el dueño de la mina, quien desde ayer, aseguran, está desaparecido.

El dirigente afirmó que continuarán con esta drástica medida.

El director regional del Trabajo, Paulo Otarola, confirmó que son varias las fiscalizaciones que hicieron a esta empresa.

En términos numéricos realizaron 67 fiscalizaciones en los últimos dos años, con 45 multas.

Además, señalaron que lo primero es ubicar al dueño de la empresa SW Curanilahue, que en principio fue de Paul Fontaine y Rodrigo Danus, pero habrían otras sociedades que podrían ser los titulares de la empresa.

Es decir, no se tiene claridad respecto de a quién exigir el pago de los sueldos, de los 11 meses de imposiciones, de los 6 meses de pago de crédito de una Caja de Compensación y de las 3 cuotas de descuento sindical.

Mientras tanto los mineros dijeron que permanecerán bajo tierra, con el grave riesgo que implica para sus vidas.