Combatientes kurdos fueron blanco “hace unos días” de un ataque con armas químicas en el norte de Irak, anunció el jueves el ministerio alemán de Defensa, que formó a esas fuerzas.

“Hubo un ataque con armas químicas” y “varios peshmergas resultaron heridos con irritaciones en las vías respiratorias”, dijo a la AFP un portavoz del ministerio.

El portavoz no precisó quién estuvo detrás del ataque. Los kurdos combaten actualmente contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). “Especialistas estadounidenses e iraquíes están en camino para determinar lo que pasó”, dijo.

En este sentido, Estados Unidos consideró “plausible” que el EI utilizara esta semana gas mostaza contra combatientes kurdos en Irak, indicó el jueves a la AFP un responsable estadounidense, que confirmó una información del Wall Street Journal, pero sin ofrecer más detalles.

Según este rotativo estadounidense, los yihadistas se hicieron con el gas mostaza en Siria, cuando el régimen sirio de Bashar al Asad se deshizo de sus reservas de armas químicas presionado por la comunidad internacional, o en Irak.

El ataque denunciado por el ministerio alemán tuvo lugar al suroeste de Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí.

El ataque con gas tóxico fue llevado a cabo con un mortero, según el portavoz, sin precisar la naturaleza del producto utilizado.

El portavoz indicó que los soldados de la Bundeswehr desplegados en el norte de Irak para formar a los combatientes kurdos no habían estado en peligro en ningún momento.

Los yihadistas del EI han sido acusados anteriormente de haber utilizado armas con gases tóxicos contra los combatientes kurdos.

Las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) así como varios expertos informaron en julio que se habían producido ataques químicos en la provincia de Hasaka (noreste de Siria) contra combatientes kurdos.

Tampoco se determinó la naturaleza del gas en ese caso. “Los proyectiles desprenden un gas amarillo con un fuerte olor a cebolla podrida”.

Las fuerzas kurdas indicaron entonces haber sufrido “quemaduras en la garganta, los ojos y la nariz, acompañadas de dolores de cabeza, musculares, una pérdida de concentración, problemas de movilidad y vómitos”.

En marzo, el gobierno del Kurdistán iraquí afirmó tener pruebas de que el EI usó gas clorado como arma química contra sus fuerzas.

El cloro es un gas sofocante, prohibido en los conflictos armados por la Convención de Armas Químicas de 1997.