Aunque se ha avanzado mucho en términos de tolerancia hacia las minorías sexuales, aún una parte considerable de la población se siente con el derecho de acosar, burlarse e incluso atacar a quienes no son heterosexuales.

Un ejemplo de ello es lo que le ocurrió una familia de Nueva Jersey (Estados Unidos), que se encontró con un enorme rayado en la puerta de su garage, el cual hacía alusión a la sexualidad de sus dos hijas adolescentes.

“Soy Gay”, indicaba el graffiti que atravesaba la entrada del estacionamiento e iba dirigido a Miranda (17) y Emily (14), quienes se declaran abiertamente como bisexuales.

Pero lejos de hundirse, la madre de las menores, Erin Kennedy Delong, decidió darles una lección a los hostigadores y de paso, mostrarle a sus hijas que no tenían nada de lo que avergonzarse.

Fue así como la mujer limpió el rayado y pintó la puerta con los colores de la bandera arcoiris, que representa a las minorías sexuales. “Diremos con orgullo y en voz alta que somos una familia LGBT y que estamos bien así”, indicó la mujer al diario electrónico estadounidense The Huffington Post.

La historia fue tomada por la página de Facebook, Stop Homofobia, la cual publicó una foto del antes y después de la intervención.

“Alguien decidió vandalizar nuestra casa la semana pasada, en un intento de avengonzar u hostigar a nuestras dos hijas bisexuales. Decidimos que algunos anuncios merecen más que pintura en spray gris”, comentó la madre en declaraciones recogidas por el perfil en la red social.

Erin Kennedy DeLong posted to STOP-Homophobia.com "Someone decided to vandalize our house last week, in an attempt to…

Posted by STOP-Homophobia.com on Domingo, 2 de agosto de 2015

La imagen se viralizó, llegando a reunir más de 5.000 “Me Gusta”.

Erin reveló que aunque algunos las han criticado, también han recibido mucho apoyo. “Familiares, amigos y algunos desconocidos han sido muy positivos y nos han apoyado”, comentó.

Con respecto a los cuestionamientos de quienes aún gritan insultos cuando pasan por su casa, ella señala que sólo tratan de que no les afecte. “Lo que hacen dice más de ellos que de nosotros”, indicó la madre.

“Hemos aprendido que hay un largo camino que recorrer para la aceptación LGBT. Es genial tener gente que nos dice que estamos siendo buenos padres, pero sería aún mejor si lo que hicimos fuese considerado simplemente como parte de una educación normal”, expresó, añadiendo que quiere que sus hijos sean tolerantes, empáticos y buenas personas. “Hacemos esto para dar ejemplo de ese tipo de cosas”, puntualizó la mujer.

Erin Kennedy DeLong

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