Amnistía Internacional aprobó este martes solicitar la despenalización de la prostitución y de todos los aspectos del comercio sexual, incluyendo el proxenetismo, en una intensa controversia con otras organizaciones.

El proyecto de resolución fue adoptado en una reunión en Dublín de 400 delegados de 70 secciones nacionales de Amnistía, y es el fruto de dos años de consultas.

“La resolución recomienda que Amnistía Internacional desarrolle una política que apoye la plena despenalización de todos los aspectos del comercio sexual consentido”, dijo la organización.

Su objetivo, insistió Thomas Schultz-Jagow, director de comunicación de Amnistía, en declaraciones a AFP, es “establecer un marco jurídico en el que todas las actividades del comercio sexual se despenalicen”.

Al mismo tiempo, la resolución insiste en que se persiga la prostitución infantil, el tráfico de personas y en general toda prostitución forzada, y que se garantice que quienes quieran abandonarla puedan hacerlo.

“Es un día histórico para Amnistía Internacional. No fue una decisión fácil de adoptar y damos las gracias a todos nuestros miembros de todo el mundo, así como a los grupos que hemos consultado”, dijo en un comunicado Salil Shetty, secretario general de la organización.

Convencidos de que “la criminalización del trabajo sexual consentido entre adultos puede resultar en un aumento de violaciones de las trabajadoras sexuales”, la ONG aboga por la despenalización de la prostitución.

La ONG hará a partir de ahora campaña para que no se persiga a las prostitutas, ni tampoco a los clientes o a los proxenetas y administradores de burdeles que no fuercen a las mujeres, en lo que es el punto que ha provocado más sorpresa.

En respuesta, la Coalición contra el tráfico de mujeres (CATW, en inglés), publicó una carta abierta firmada por actrices como Kate Winslet y Meryl Streep, y otras 8500 personas, afirmando que la imagen de Amnistía se vería “gravemente dañada” si aprueba la resolución.

Una resolución, agrega CATW, “que se pone más del lado de los explotadores que de los explotados”.

“No hay ninguna lógica detrás de la premisa de que para proteger a los explotados tengas que despenalizar a los explotadores. No tiene sentido”, dijo a la AFP la directora ejecutiva de CATW, Taina Bien Aime.

La organización Equality Now, que defiende los derechos de las mujeres, también está de acuerdo en despenalizar el trabajo de las prostitutas pero se opone firmemente a hacer lo mismo con clientes, proxenetas y administradores de burdeles.

“La legalización de los que explotan a las prostitutas no es el camino correcto a seguir”, dijo Esohe Aghatise, de Equality Now, ya que “la demanda comercial de sexo alimenta el tráfico” de personas.

La proliferación de legislación en Europa sobre la prostitución muestra que no hay consenso. Hace dos meses, Francia se unió a la minoría de países europeos que castigan a los clientes de prostitutas, que son Suecia, Noruega, Islandia, y el Reino Unido.

En la mayoría de los otros países europeos, la prostitución está regulada, como en Alemania, Austria, Holanda o Bélgica, o tolerada