Los muertos por la enfermedad del legionario o legionelosis aumentaron a 12 este lunes en Nueva York, pero el alcalde Bill de Blasio declaró que la epidemia, la más grave registrada en la ciudad estadounidense, “continúa decayendo”.

El gobernante dijo que esta forma de neumonia ha afectado hasta ahora a 113 personas, de las cuales 76 fueron dadas de alta, y subrayó que ningún nuevo caso comenzó a desarrollarse desde hace una semana en el barrio del Bronx, en el que estalló el 10 de julio.

Di Blasio dijo confiar en la identificación de las causas de la enfermedad, las torres de climatización de varios edificios.

En un comienzo, el alcalde dijo que había cinco torres de climatización infectadas por la bacteria que genera la legionelosis, pero este lunes elevó ese número a 12, sobre un total de 39 instaladas en el Bronx. 

Todas han sido desinfectadas o deberían serlo este lunes, agregó Di Blasio, y anunció medidas para reglamentar el funcionamiento de las torres, como la obligatoriedad de inspecciones anuales para reducir el peligro de contaminación.

El precedente balance de la epidemia, establecido el sábado, hablaba de 108 personas contaminadas y 10 muertos. 

La enfermedad del legionario, cuya incubación toma entre 2 y 10 días con síntomas de fiebre y tos, debe su nombre a la primera epidemia conocida, surgida en 1976 en un hotel de Filadelfia, donde hubo una conferencia de la Legión estadounidense. Más de 220 participantes se enfermaron y 34 murieron.

Se trata de una forma de neumonia debida a una bacteria que se expande en los circuitos urbanos de distribución de agua caliente, los sistemas de climatización y las lagunas industriales.

El alcalde reiteró este lunes que no es contagiosa y se trata con antibióticos.