La Policía de El Salvador advirtió este domingo a las pandillas o maras que responderá con fuerza ante cualquier nueva amenaza de sabotaje al transporte público y pidió a la población salir a sus labores el lunes.

“Que quede claro. Cualquier grupo o estructura que pretenda en el futuro una actividad similar o de la misma naturaleza como la que ocurrió el 27 de julio (de sabotaje al transporte), la respuesta va a ser fuerte, va a ser dura”, declaró en rueda de prensa el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Ramírez.

Si bien, según dijo, no se ha confirmado una nueva amenaza al transporte de parte de las pandillas, “ante el rumor (del boicot) hemos tomado medidas, hemos desarrollado algunas actividades de protección con el objeto de dar las garantías a los transportistas”, indicó.

“El día de mañana (lunes) los salvadoreños debemos salir con entusiasmo y con ánimos de salir adelante como país, como familia y como persona”, insistió.

La última semana de julio, una facción de la pandilla Barrio 18 impuso bajo amenazas un sabotaje al transporte de autobuses durante cuatro días, el cual se saldó con siete conductores asesinados.

Las pandillas, que a nivel nacional suman unos 72.000 miembros, de los cuales cerca de 13.000 están encarcelados, buscan presionar al gobierno para que les incluya en un diálogo alentado por el estatal Consejo de Seguridad que busca soluciones al problema de la criminalidad.

En marzo de 2012, el excomandante guerrillero Raúl Mijanjo y el vicario castrense Fabio Colindres, con la venia del gobierno de Mauricio Funes (2009-2014), mediaron en una tregua entre las pandillas. Durante año y medio dejaron de atacarse y los homicidios bajaron de un promedio de 14 por día a 5.

Desde enero pasado la violencia entre maras repuntó, y los homicidios se sitúan en una media de 15,8 por día.

Este domingo, Ramírez presentó a pandilleros que forman parte de un centenar de detenidos acusados de haber participado en el pasado boicot al transporte a los que se les imputa el delito de “organización terrorista”, por el cual pueden recibir entre 8 y 12 años de cárcel y los cabecillas entre 10 y 15 años.