Varios centenares de manifestantes guardaron silencio este domingo en Ferguson centro de Estados Unidos en el lugar donde hace un año murió un joven negro desarmado, Michael Brown, a manos de la Policía, lo que encendió la mecha de las protestas en casi todo el país contra el supuesto racismo de la Policía.

Dos palomas blancas fueron liberadas entre la multitud, que se reunió para conmemorar el aniversario de la muerte del joven de 18 años el 9 de agosto de 2014 por disparos del policía Darren Wilson.

Unas 300 personas guardaron silencio durante cuatro minutos y medio, un minuto por cada una de las cuatro horas y media que el cuerpo de Brown estuvo en la calle hasta que se lo llevaron.

Esta muerte en Ferguson (un suburbio de St. Louis, Misuri) desencadenó una oleada de protestas y una investigación sobre los duros métodos empleados por la Policía, que en varios casos han provocado la muerte de jóvenes negros desarmados.

Muchos de los presentes llevaban camisetas en las que se podía leer “Elige el cambio”, o pancartas que decían “Basta de matar a niños negros”.

Tras los minutos de silencio, la multitud se dirigió en una marcha silenciosa a la iglesia de Saint Mark, que sirvió de refugio durante las protestas que siguieron a la muerte de Brown.

- Progresos lentos -

Un año después, algunos líderes negros afirman que han sido testigos de cambios significativos en la actitud de los estadounidenses respecto de los temas raciales, pero que han visto pocas iniciativas de los legisladores para emprender reformas políticas.

Cornell William Brooks, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP, por su sigla en inglés), uno de los grupos de derechos civiles más antiguos del país, dijo el domingo a CBS que las mentalidades habían cambiado mucho pero que las reformas para obligar a la Policía a rendir cuentas y a formar mejor a los agentes avanzaban a un ritmo “glacial”.

El presidente Barack Obama, por su parte, desestimó las críticas según las cuales habría hecho muy poco para superar los problemas raciales en su condición de primer presidente afroamericano de Estados Unidos.

“Sólo diré una cosa: que siento la necesidad urgente de hacer cuanto sea posible”, dijo en una entrevista con la radio pública NPR, parte de la cual fue emitida este domingo.

- “¡Esos policías asesinos tienen que irse!” –

El sábado cientos de personas encabezadas por el padre y otros familiares de Brown se manifestaron por las mismas avenidas de Ferguson en las que en noviembre se produjeron disturbios después de que un tribunal decidiera no procesar al policía blanco que disparó contra el muchacho.

Aunque la marcha fue pacífica y en ella participaron hasta niños, por la tarde aumentó la tensión y los manifestantes se mostraron más agresivos. Algunos de ellos saltaron las vallas de protección para desafiar a los agentes y unas 200 personas gritaron frente a la sede de la Policía: “¡Esos policías asesinos tienen que irse!”.

Los manifestantes corearon eslóganes como “¡Manos arriba, no disparen!” y “¿Por quién hacemos esto? Lo hacemos por Mike Brown”.

Anteriormente el padre de Brown había declarado a los medios que dedicaba todo su esfuerzo a “mantener viva la memoria” de su hijo haciendo “todo lo posible para empoderar” a la comunidad negra.