En una ceremonia íntima serán cremados los restos del ex director de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional, Manuel Contreras, fallecido en la noche de este viernes en el Hospital Militar.

Durante los 10 días en que se mantuvo internado en dicho recinto en estado de extrema gravedad, una polémica fue gatillada por la solicitud del diputado Jorge Ulloa, que pidió que, ante su eventual deceso, el Ejército rindiera honores fúnebres al controvertido general en retiro.

Es lo que corresponde. Se hará de acuerdo a toda nuestra legislación. No es lo que a mí me guste o no me guste. Así de claro. Ni más ni menos“, señaló el parlamentario al ser consultado sobre este tema por el diario El Sur.

Los honores fúnebres se encuentran normados por el Reglamento de Servicio de Guarnición de las Fuerzas Armadas, firmado el 24 de enero de 2006 por el entonces presidente Ricardo Lagos y el ministro de Defensa Jaime Ravinet. En él se dispone el protocolo para despedir los restos de altas autoridades de los tres poderes del Estado y personal de las FF.AA. en servicio activo o en retiro.

Este documento reemplazó al anterior Reglamento de Servicio de Guarnición, que se encontraba vigente desde 1958.

Sin embargo, la Unidad de Comunicaciones del Ejército aclaró a BioBioChile que este panorama cambió tras una modificación introducida en 2009 por Francisco Vidal, quien ocupaba la titularidad de Defensa en el primer gobierno de Michelle Bachelet.

Al respecto, el decreto 85 firmado el 6 de julio de ese año agrega al Reglamento que no podrá recibir los honores fúnebres el individuo que “haya sido condenado por sentencia ejecutoriada a pena aflictiva”.

Hasta su muerte, Contreras sumó 526 años de cárcel en distintas condenas por crímenes de lesa humanidad, excluyéndolo automáticamente del protocolo que recibió Augusto Pinochet tras su fallecimiento en diciembre de 2006 y, adicionalmente, derribando los deseos del diputado gremialista y reconocido amigo de quien encabezó la DINA hasta su disolución en 1977.