Luciana Echeverría es la nueva famosa que integra el último número de revista Caras, en la que revela datos desconocidos de su vida, así como su particular forma de ver la vida.

Con una sensual sesión fotográfica, en la que se deja ver escotada y en otra tapando sus pechos con sus manos, Echeverría es de esas actrices que sabe jugar con su sensualidad, pero de la que no se cree del todo.

“No me considero una mujer sexy… no tengo pechugas, no soy rubia ni mido un metro 80; no soy el prototipo de Barbie”, afirmó en la entrevista.

Revista Caras | @caraschile / Twitter

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A su juicio, “la belleza es tan abstracta, por ejemplo, Isabelle Adjani (Possession) no es linda, pero extremadamente sexy; su flacura, sus rasgos exóticos. La Barbie no me parece bonita; tampoco la veo como un deseo sexual machista; no me genera nada”.

Aun cuando en su papel de Carmen Marín en La Poseída de TVN, bordea una sensualidad con un papel de adolescente ingenua y endemoniada, que termina seduciendo a un sacerdote, lo cierto es que para ella es sólo su trabajo.

“Yo juego todo el tiempo, y mi papel en la endemoniada se trata de eso, pero en lo personal estoy lejos de esa imagen. Creo que mi atractivo pasa por lo simple que soy (…) La Poseída va más allá de si es bonita o provocadora; muestra a una niña que quiere ser sexy, lo que habla de un deseo reprimido de la época. Me gustan estos roles cuando hay un contrapunto, una justificación en una TV cada día más desechable, menos creativa y carente de un sello”, afirmó.

En otro de los pasajes de su conversación, la actriz de 24 años reconoce que siempre quiso crecer rápido, situación que la diferenció del resto de su edad en la adolescencia. Por lo mismo, sufrió las burlas de sus pares, hecho que recién vino a sopesar ya adulta.

“Quería ser grande rápido, vivir la vida, me lateaban las cosas de niños. En el colegio lo pasé pésimo, siempre fui objeto de bullying, y ya de adulta —cuando comencé con terapias— vine a saber cuánto me afectó. Me costaba adaptarme a los lugares; independiente de lo que proyecte, soy muy tímida. No me es fácil establecer relaciones, entregarme; me da miedo el rechazo. No voy a eventos sociales, los encuentro falsos; la mayoría de los asistentes tiene ansiedad de demostrar algo”, indicó.

Lo anterior le ha forjado ser una mujer independiente y decidir una pausa al amor, luego de tener una relación de 5 años con Koko Stambuk. “Hace casi tres que no estoy con alguien. Fíjate que me gustó, lo estoy pasando bien. De aquí no me muevo por un buen rato”, aseguró.

Gentileza Revista Caras

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Puedes revisar la entrevista completa y más fotos, aquí.