La situación de los migrantes y de los refugiados que llegan en masa a las costas griegas procedentes de Turquía es “absolutamente vergonzosa”, dijo este viernes un responsable de la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur.

“En treinta años de experiencia humanitaria nunca había visto una situación así (…) es absolutamente vergonzoso”, dijo en Ginebra Vincent Cochetel, responsable de la división Europa de Acnur, tras visitar Grecia.

El organismo estima que de enero a julio unos 124.000 refugiados e inmigrantes llegaron procedentes de Turquía a las islas griegas, principalmente a Lesbos, Quíos, Kos, Samos y Leros.

Estas cifras representan un aumento del 750% respecto al mismo periodo de 2014. Solo en julio, llegaron 50.000 personas, 20.000 más que el mes precedente.

“Grecia debe despertar ante esta emergencia”, urgió Cochetel y lamentó que la ayuda financiera de Europa sera “demasiado débil y tardía”.

Acnur pide al gobierno heleno que “designe de urgencia a una autoridad única que coordine la respuesta y ponga en marcha un mecanismo de asistencia humanitaria”, y celebra la “respuesta generosa de la sociedad civil griega en un contexto (económico) difícil”, añadió.

Cochetel subrayó además que en Grecia hay numerosos cuarteles desocupados, tierras no cultivadas y organizaciones humanitarias dispuestas a ayudar.

“No hay que permitir que se produzcan nuevos Calais”, dijo en referencia a la situación de unos 3.000 inmigrantes bloqueados en el norte de Francia que esperan para cruzar a Gran Bretaña y viven en condiciones precarias.

“Ha llegado el momento de llevar a cabo una acción valiente y de pensar más allá de los esquemas habituales”, aseguró el responsable, explicando que el fracaso de la acogida de refugiados en Grecia tendrá un impacto sobre otros países europeos, destino final de los emigrantes llegados a suelo heleno.