Un vehículo cayó al mar desde el Cendyr Náutico de Talcahuano y su conductor, un hombre con problemas en la espalda, se arrojó al agua en medio de la intensa lluvia y viento para no perder la pista del automóvil.

El vehículo Toyota, especialmente acondicionado para su dueño Mauricio Venegas, cayó al mar este mediodía a la altura del Cendyr Náutico de Talcahuano, quedando sumergido a unos cinco metros de profundidad.

Venegas, de 55 años, arribó en su automóvil hasta el recinto, ubicado entre la Gobernación marítima y la moderna bentoteca, y lo estacionó junto al galpón donde se guardan las embarcaciones.

Bajó una soldadora y se aprestaba a reparar estructuras cuando de pronto unos trabajadores situados en una rampla junto al mar, le avisaron que el auto estaba flotando en el agua.

Como no lo enganchó, el vehículo se desplazó por la leve pendiente impulsada por el fuerte viento que ya empezaba a soplar en el puerto. Sin pensarlo, y corriendo mucho riesgo, se lanzó al mar, para marcar la zona del hundimiento con el gancho de una grúa cercana, en el que quedó atrapado el parachoques.

Mauricio Sepúlveda era uno los cuatro trabajadores que avisó al propietario, temiendo que hubiese alguna persona dentro.

El teniente Norman Ahumada, de la gobernación marítima, entregó más antecedentes, anticipando que las maniobras para sacarlo deberán esperar mejor clima.

El vehículo comprado en Iquique no cuenta con seguro, y estaba acondicionado para Mauricio por su problema en las dos vértebras de la espalda que le impiden desplazarse con rapidez. Por eso su arrojo desmesurado y que sin duda pudo costarle aún más caro.

Mauricio Venegas | Pedro Cid (RBB)

Mauricio Venegas | Pedro Cid (RBB)