Un trabajador de la central accidentada de Fukushima falleció de manera fulminante el pasado fin de semana tan solo unas horas después de trabajar en el sitio, indicó la noche del lunes la compañía gestora del complejo arrasado por el tsunami de marzo de 2011.

El fallecido es un obrero de unos 30 años, empleado de una de los cientos de sociedades subcontratistas que intervienen en Fukushima Daiichi, precisó la compañía Tokyo Electric Power (Tepco).

Trabajó tres horas la mañana del sábado en una obra de construcción de un “muro de hielo” para rodear los reactores destruidos y detener los flujos de agua contaminada.

“De regreso a la oficina (situada a 20 km del complejo atómico), se encontró mal y fue trasladado de inmediato al hospital, donde su deceso fue confirmado a primera hora de la tarde”, explicó Tepco.

“Estamos examinando si la causa por ahora desconocida de su muerte guarda relación o no con la tarea efectuada”, añadió la compañía.

Al menos dos muertes se han producido con anterioridad en Fukushima o después de trabajos en la central, pero no se han atribuido a la radiactividad ambiental.

Un trabajador falleció en enero pasado al caer de lo alto de un depósito de almacenamiento de agua.

Un primer accidente mortal en el complejo se produjo en marzo de 2014 cuando un trabajador fue sepultado por sedimentos durante unos trabajos de excavación cerca de una zona destinada al depósito de residuos.

Un veterano de Fukushima subrayó días atrás en internet las penosas condiciones de trabajo en la central durante el verano, bajo un sol de justicia, con temperaturas que rondan 40ºC a la sombra, pertrechados con casco, máscara, botas y guantes.