Jugar en PC es sinónimo de excelentes gráficos. Qué digo “excelentes”… hablo de correr The Witcher Wild Hunt en la resolución divina de 4K, como el mismísimo Jebús hubiera hecho. Sin embargo, esto también es sinónimo de faenas engorrosas ―especialmente si quieres ahorrar, porque si lo tuyo es el despilfarro, vas y compras una Razer Blade de $3000 USD (sin sumar costos extras) y tan tan―: tienes que pensar en presupuestos, tiendas especializadas, compatibilidad, especificaciones técnicas, etcétera. Lo anterior no es, por mucho, la mejor noticia para un gamer que tiene consola, donde sólo se necesita meter un disco para jugar… o casi. Con Steam, las cosas resultan un poco más fáciles, pero de cualquier manera, la PC o Notebook todavía pierde el debate de accesibilidad… reconócelo.

Afortunadamente, la ola hipst… perdón, indie, trajo consigo un apetito por lo alternativo que profana el sagrado principio de espectacularidad visual y antepone la innovación conceptual y de mecánicas frente a los gráficos de punta. Puesto de un modo más simple, la idea es que los estudios independientes son sencillitos y producen juegos sensacionales, pero con gráficos… eh… cómo decirlo… minimalistas. Además, vivimos una era donde los juegos están cada vez más presentes en móviles, dispositivos poderosos que digieren de buena forma productos simples y bien optimizados. ¿Qué significa esto para ti, que tienes una consola y usas tu PC para trabajar? Que hay buenos juegos que hasta tu máquina de escribir puede correr ―bueno, no tanto, pero entiendes la idea―.

Yo juego la mayor parte del tiempo en casa en consola, pero en el trabajo es donde el computador toma protagonismo, no un super-computador, pero si el necesario para tener nuevas experiencias. Durante el último año, he jugado bellezas como The Witcher Wild Hunt y Batman Arkhham Knight en consola y, pese a ello, creo que me sorprendieron más en computadora, tanto en la del trabajo como en mi humilde notebook (que aunque está llena de calcomanías de juegos, explotaría si le instalara Grand Theft Auto V). No se trata de hablar de ajustes ―en ocasiones, ayuda bajar resoluciones o detalle gráfico― sino de cambiar de enfoque, de buscar experiencias diferentes, en vez de querer tener lo último en iluminación volumétrica, partículas y efectos. Y es que hoy, computadora significa más que gráficos, también es sinónimo de ingenio y profundidad.

Toma, por ejemplo, Prison Architect. Para empezar, los juegos de estrategia están prácticamente muertos en consola, pero además, éste te invita a diseñar tu cárcel. No es un concepto típico bajo ningún estándar y aunque tiene un aspecto de caricatura, es más profundo que el túnel del Chapo Guzmán. Y precisamente, gracias a que luce como un capítulo de South Park, te prometo que puedes instalarlo en tu Samsung ATIV Book 9 Plus y correrlo sin problemas. Vaya, si tienes una Compaq Presario, Tetris le va a causar indigestión, pero si tu computadora para el trabajo ―mejor conocida como low end o de gama baja― es de hace 3 o 4 años o menos, tendrás un título viable, interesante y adictivo; verás que para cuando estés abriendo la primera ala de celdas para tus reclusos, habrán pasado 40 minutos, ¿y la productividad? Bien, gracias, pero ése no es nuestro problema.

¿Otro ejemplo? This War of Mine. Lo reseñé apenas la semana pasada y no es tu típico juego de guerra, va más por el lado del drama con mecánicas competentes y complejas, pero perspectiva bidimensional. Lo jugué primero en una tablet, pero luego de revisarlo, lo bajé de Steam. Parece dibujo en movimiento, corre bien y si tienes alguna dificultad, siempre puedes reducir algunos valores al mínimo y disfrutarlo, llevándote de paso, una moraleja sobre la guerra… luego de 45 días de supervivencia. ¿Te das cuenta? Es más un asunto de encontrar nuevas formas de hacer lo que ya crees conocer, porque si tienes consola o sabes algo de gaming, reconocerás títulos de guerra como Battlefield o Call of Duty, que están apegados a una fórmula con muchos elementos en común, entre los cuales figura la demanda de una PC más que decente.

Ahora, si lo tuyo es la competencia, entonces Heroes of the Storm, League of Legends o DOTA 2 es la respuesta, exponentes de otro género que ni siquiera existe en consola y que, encima de todo, es gratuito y diseñado para operar en un abanico muy amplio de equipos. Este título corre en una PC de oficina, te lo garantizo. No lo hará con valores visuales de PIXAR, pero la experiencia no está supeditada al aspecto, sino a las mecánicas y a la idea de jugar en línea.

Si el Tarro de tu oficina es bueno, sin llegar a ser de gaming ―digamos que eres diseñador o arquitecto o algo por el estilo―, entonces puedes intentar cosas ligeramente más demandantes pero que tampoco te orillarán a desear un gabinete fluorescente con enfriamiento líquido ni mucho menos. ¡Qué tal We Happy Few! Este bebé todavía no está terminado, pero tiene un aire que me recuerda a BioShock. Es un mundo abierto pintoresco con estética de los años 60 y mecánicas de exploración simples, inteligentes y adictivas. Debo reconocer que el equipo de la oficina sufrió un poco con él, pero agregar una tarjeta gráfica de hace 4 años ―una GeForce GTX 550―, bastó para que fluyera dignamente (es de suponer que computadoras de trabajo nuevas pueden manejarlo).

En mi humilde notebook Samsung corrí también The Walking Dead, Game of Thrones. No estoy mencionando otros títulos que revisé en meses recientes, pero estoy seguro de que podrían correr en máquinas que no encajan precisamente con el cuento de gaming PC; me refiero a Terraria, SteamWorldDig y OlliOlli, por ejemplo. Tampoco estoy haciendo escala en un detalle bien importante: casi todos los títulos mencionados resultan más baratos que un juego estándar en consola.

No estoy abogando porque cambies tu Xbox One o PlayStation 4 por una computadora. La economía no está para darse lujos, no va a mejorar, y si ya invertiste $350 USD en una plataforma dedicada como una consola, existe una alta probabilidad de que no te sobren otros $600 USD para armar un computador. Mi intención es demostrar, primero, que es posible jugar cosas dignas en PC sin invertir dinero extra; segundo, que es relativamente sencillo ―para no entrar en temas escabrosos de especificaciones―; y tercero y quizá más importante, que la experiencia puede ser refrescante y muy divertida, especialmente en una era donde la creatividad no abunda en productos para consolas, donde el paradigma es seguir la ley del “más”: más detalle, más espacio, más quests, más, más, más. Muchos de los juegos que mencioné quizá no ganen un premio de belleza, pero sí por innovación sin escatimar en profundidad.

Si te saltaste todo lo anterior y llegaste nada más al último párrafo, te doy la versión resumida: ignora por un momento ―sé que es difícil― el típico debate de 920p contra 1080p y 1440p o 4K y concéntrate en nuevas experiencias. Si tienes éxito, podrás sacar jugo a ese armatoste que tienes en frente y dejar de verlo como una pobre y aburrida herramienta de trabajo para convertirlo en tu nuevo campo de juego. ¡Olvídate de jugar Solitario ―el título de Windows, no el otro tipo de solitario― y conviértete en el más cool de la oficina con algunos de los siguientes títulos, aptos para máquinas de oficinistas!

BUENOS JUEGOS QUE TU PC DE OFICINISTA PODRÍA SOPORTAR

- Game of Thrones
- The Walking Dead
- This War of Mine (premiado)
- Heroes of the Storm
- League of Legends
- Minecraft (para niños rata, pero flexible)
- Hearthstone
- Papers, Please (éste corre hasta minimizado)
- Prison Architect
- OlliOlli
- Terraria
- Nidhogg (tal vez necesites un control)
- SteamWorld Dig
- Wasteland 2

*** Me prometí no hacer un discurso técnico, pero si sirve de algo, te dejo las especificaciones de mi computadora de oficina para que tengas un parámetro. Sé que puede haber oficinas con algunas más avanzadas o menos, pero es solamente un estándar y NO ES PARA GAMING, eso te lo firmo.

Procesador: Intel Corei5
Memoria RAM: 8 GB
OS: Windows 7
Tarjeta de gráficos: Intel HD Graphics 2500

Por Rodrigo Villanueva, de Tarreo.com.