El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, calificó como una amenaza los dichos del presidente Evo Morales sobre una eventual expulsión del cónsul chileno en La Paz, a quien acusa de reunirse con dirigentes opositores para “desestabilizar” al gobierno.

El canciller señaló que ante el ofrecimiento chileno de restablecer relaciones diplomáticas, la respuesta boliviana fue “una amenaza de declarar persona non grata a nuestro cónsul general en La Paz y la posibilidad de que sea expulsado”.

En una entrevista con el diario El Deber, Morales aseguró que nuestro país está buscando la “inestabilidad política” a raíz de la demanda boliviana para lograr una salida soberana al océano Pacífico. Por ello, consideró “sospechosos” los movimientos que realiza en los últimos días el cónsul Milenko Skoknic, al reunirse con distintas autoridades y dirigentes locales.

Que la Corte de La Haya tome nota y que el Papa tome nota: nuestro ofrecimiento de diálogo es respondido con una amenaza de expulsión de nuestro cónsul general”, aseveró Muñoz.

De paso, el secretario de Estado recordó situaciones similares anteriores, como cuando se acusó de “espías” a periodistas chilenos y cuando se dijo que Chile estaría detrás de las protestas en la ciudad de Potosí.

“Francamente todo tiene un límite y quisiéramos llamar a una reflexión racional, puesto que hemos tenido con Bolivia una actitud de respeto, de consideración”, señaló.

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Consultado sobre si efectivamente el cónsul se ha reunido con dirigentes opositores, el canciller explicó que Skoknic “ha hecho su trabajo de manera seria y competente (…) Él se reúne con las autoridades representativas y no con dirigentes opositores que puedan ser cuestionados, de modo que las actividades del cónsul son absolutamente abiertas y transparentes”.

Junto con atribuir las palabras de Morales a “la campaña comunicacional y mediática que ya conocemos” y respaldar la gestión del diplomático, el ministro sentenció: “nos vemos en La Haya“.

El canciller además recordó al mandatario boliviano que hace siete años, la presidenta Bachelet ayudó a facilitar el diálogo cuando el vecino país enfrentó un fuerte movimiento opositor.

“El presidente Evo Morales debe recordar que en 2008, cuando Bolivia vivió una grave crisis producto de una fuerte escalada opositora en la región conocida como Medialuna, fue la propia presidenta Michelle Bachelet quien, como presidenta Pro Tempore de Unasur, impulsó una acción de la organización para facilitar el diálogo y lograr la estabilización del gobierno del presidente Morales. La medida se concretó durante un encuentro que tuvo lugar precisamente aquí en La Moneda”, indicó.