Veintitrés campesinos fueron asesinados en distintos conflictos rurales en Brasil durante el primer semestre del año, casi todos en la región amazónica asolada por la violencia, informó el lunes una ONG ligada a la Iglesia católica.

La Comisión Pastoral de Tierra (CPT) indicó en un comunicado que del total, 21 murieron en los estados amazónicos de Pará (11) y Rondonia (10), en el norte de Brasil. Los otros dos en la región noreste: uno en Maranhao (vecino a Pará y dentro de la zona amazónica legal) y otro en Bahía.

En el primer semestre de 2014, la CPT reportó 20 muertes por conflictos rurales.

La mayoría de las personas asesinadas eran campesinos asentados o sin tierra, presionados por grandes hacendados para dejar la tierras ocupadas.

“Un trabajador rural sometido a trabajo esclavo fue muerto con un tiro en el pecho por exigirle al patrón el pago al que tenía derecho por sus servicios”, destacó la CPT entre los casos registrados en Pará.

En el primer semestre de 2014, la CPT reportó 20 muertes por conflictos rurales.

En Rondonia preocupa a esta organización “el espiral creciente de muertes de sin tierras por sicarios al mando de latifundistas con denuncias (reiteradas y no esclarecidas) de policías y milicias armadas involucradas”, indicó, criticando a su vez las pocas iniciativas del gobierno del estado para crear nuevos asentamientos para los campesinos sin tierras.

En Maranhao, la persona asesinada era un líder de la etnia Ka’apor, “lo que demuestra también la ofensiva contra los territorios tradicionales” de los indígenas, señala la CPT.

En Brasil, un país de tamaño continental, un 1% de la población controla 46% de las tierras aptas para cultivos.