Discos duros, lectores de CD-DVD, disqueteras, fuentes de poder, cables, son algunas de componentes de computadores en desuso que la fundación Chilenter exportó esta semana a Holanda, para que puedan ser procesados, valorizados y vueltos a convertir en materia prima.

En total fueron 16,3 toneladas de estos residuos electrónicos, almacenados en 27 sacas, los que se someterán a diferentes técnicas industriales de reciclaje, con el fin de extraer y separar sus metales, sobre todo los metales preciosos como el oro, la plata o el cadmio.

¿Por qué enviarlos tan lejos? Simplemente porque en Chile no existe la tecnología adecuada para reciclarlos y terminar con su vida útil de manera sustentable. Si bien gran parte de los componentes de los aparatos en desuso que recibe la fundación de parte de empresas y particulares, como el plástico y el fierro, son tratados a nivel nacional, hay otros como estas piezas que presentan diversos tipo de metales incluso aleaciones.

Gracias a la colaboración con la fundación belga Wordloop, la compañía holandesa Jacomij Electronics será la encargada de reciclar las 16,3 toneladas de residuos electrónicos, presentes en el listado verde del convenio de Basilea, compuestas de 4.9 toneladas de lectores de DVD/CD, 5.6 toneladas de fuentes de poder, 3.4 toneladas de floppy, 6.9 toneladas de discos duros y 2.9 toneladas de diferentes tipos de cables.

Sumando a estas cifras las exportaciones anteriores, este 2015 ya son 38 toneladas de residuos electrónicos enviados a Europa (Bélgica y Holanda) para su tratamiento y valorización.

Para Paula Forttes, directora Sociocultural de la Presidencia y presidenta de Chilenter, los residuos electrónicos “tienen componentes dañinos para la salud y el planeta, como el plomo o el mercurio, y creo que los chilenos estamos poco conscientes del daño que pueden causar. Por eso desde la fundación Chilenter estamos trabajando no sólo para dar una gestión integral a estos residuos, sino además educar y visibilizar el problema”.

Irina Reyes, directora ejecutiva de Chilenter destaca que “como fundación llevamos 13 años convirtiendo lo desechado en apreciado, primero a través del reacondicionamiento y uso social de la tecnología, y después, desde el 2009, asumiendo el desafío de asegurar a las personas y empresas que no donan sus equipos en desuso, que ninguno de esos componentes terminaría en un vertedero común. Así ya hemos completado 18 exportaciones de este tipo en estos seis años”.

Chilenter pertenece a la red de fundaciones de la Presidencia de la República y tiene como misión “fomentar la educación y uso social de las tecnologías, construyendo capacidades para mejorar la calidad de vida de las comunidades que se encuentran en la periferia tecnológica, orquestando la recolección y transformación sustentable e innovadora de los residuos electrónicos”.